11° Chemtrails over the country club

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El pedazo de chatarra que tenían de vehículo estaba resistiendo los kilómetros de viaje. El hecho sorprendió a más de uno, no creían que fuera posible que soportara tanto, pero resultó fuerte y muy capaz. En ese momento, pasaba del mediodía y la mayoría del grupo estaba desempacando luego de un viaje de varios días casi sin paradas.

Charlie, Vaggie y Niffty se encargaban de acomodar el equipaje fuera de la camioneta y dejarlo a algunos metros de la entrada de su nuevo hotel de paso. Alastor pasó al frente e ingresó al edificio, ni siquiera se molestó en ayudar, avanzó con una gran sonrisa, fresco y radiante luego de descansar apropiadamente en el viaje. Husk y Vaggie lo miraron con frustración y cansancio cuando entró al hotel, ellos dos fueron los principales conductores y comenzaban a creer que la tarea era mucho más pesada de lo que planearon desde un principio. Niffty no le prestó atención a las faltas de respeto de Alastor, siguió trabajando junto a las chicas sin darle la más mínima importancia y jamás borrando su casual sonrisa de sus labios.

Angel, por su parte, salió del vehículo, cruzó sus brazos inferiores y llevó un cigarro a sus labios segundos antes de prenderlo. Husk extendió sus alas a su costado para descontracturar su cuerpo luego del pesado viaje y, luego de eso, destapó la botella de vino que trajo del interior de los asientos del vehículo. El clima era caluroso y veraniego, no dudó en comenzar a beber el alcohol para saciar su sed. A veces tener tanto pelaje no era ventajoso.

Bueno, al menos la próxima ciudad está cerca. Este será el último hotel antes del próximo baile.

Charlie arrastró su maleta hasta el recibidor del hotel y Vaggie la siguió. Los demás no tardaron mucho en despachar el resto de las maletas hasta la recepción mientras Niffty se encargaba de arreglar los asuntos con un viejo demonio recepcionista. Alastor fue el primero en ingresar a su habitación, lo hizo minutos atrás, fue asistido por varios demonios al comprender y reconocer su status y linaje. Por desgracia, los demás no contaban con esa suerte, ni siquiera Charlotte, quien no era muy respetada por su propia comunidad.

Hace mucho calor...

Murmuró la rubia agitando un poco sus manos hacia sí misma para brindarse algo de aire. Su novia alzó el largo de su cabello para amarrarlo porque la temperatura era mucho más alta de lo que habían imaginado para su estación.

El clima es árido en el oeste. La mayoría de los demonios reales son de raza desértica por las altas temperaturas. Habrá muchas aves, tal vez serpientes.

La morena arregló un poco la extensión de sus mechones grisáceos y acomodó sus ropas mientras que Charlie prestaba atención a sus palabras.

¡Ah! ¡Se ve más limpio que el anterior hotel! ¡Me fascina!

Exclamó Niffty completamente feliz ante el nuevo panorama frente a ella. Que no hubiera insectos repulsivos en cada rincón era suficiente para sentirse afortunada. Husk rodó los ojos antes de tomar su maleta y arrastrarla a su habitación asignada, y la pequeña pelirroja le entregó la llave entre sus manos. Notó que ella solo poseía dos llaves, de nuevo. Y eso significaba que todos, excepto Alastor, volverían a dividirse en dos habitaciones. Ya sabía con quién compartiría cuarto nuevamente. Suspiró, lo único bueno de todo eso era que el hotel en serio no se veía tan asqueroso como el anterior.

Oh, ya era hora. Hemos pasado miseria tras miseria. Al fin algo de calidad para variar.

—¡Si, las elecciones de Vaggs habían sido horribles hasta ahora!

Lo secundó la pelirroja con una gran sonrisa y con honestidad brutal. Vaggie no solo se enfureció, les dirigió una mirada absolutamente indignada y quiso gruñirles para que cerraran sus malditas bocas. Charlie rio nerviosa y quiso tomarla de un brazo para detenerla, pero no pudo hacerlo, nadie podía detener a Vaggie cuando se enojaba.

Queen of Disaster ⋆° RadioDust ◌*̥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora