Queen of Disaster ⋆° RadioDust ◌*̥

7° La primera noche

Una de las veladas elegantes había llegado. El acontecimiento parecía estar siendo habitado por una extensa cantidad de demonios de la realeza, los cuales no dejaban de llegar uno tras otro.

Fuera del salón, ubicado estratégicamente en el centro de la pequeña concentración urbana de la zona, una distinguible cantidad de limusinas estaba aparcándose al borde de aquellos aposentos. Grandes luces emergían desde el luminoso techo de la fiesta, el cual estaba decorado con una impresionante cantidad de focos que simulaban el encanto de las luciérnagas. Y a pesar de que la noche era joven y la ceremonia apenas estaba comenzando, la música clásica podía escucharse provenir del inmenso interior del salón, interpretada por músicos en vivo.

El grupo terminó por quedarse de pie a pocos metros de la entrada, cada uno de ellos observó la clase de reacciones de las mujeres adineradas y de los nobles que las acompañaban. Se reunían en grupo, reían exageradamente y luego entraban por las compuertas que eran resguardadas por algunos guardias.

Angel estaba llegando con el resto de su grupo un par de minutos después, se había dado una vuelta a los alrededores para fumar y verificar un poco el perímetro. Pudo ver desde lo lejos a Charlie y Vaggie tratando de alentarse mutuamente y armarse de valor para entrar, al parecer era su primer encuentro con esa clase de ricos bastardos por fuera del resguardo de su padre. Husk estaba a un lado junto a Alastor, no sabía de que hablaban y no le interesó tratar de leer sus labios. Lo estaba evitando de todas las maneras posibles.

Sintió su pecho un poco incómodo al pensar en eso. En tan pocos días habían pasado demasiadas cosas que habían afectado su inestable mentalidad y recuerdos. No sabía como lidiar con la situación y hasta saber como proceder, simplemente se alejaría de Alastor porque no le hacía bien. Estaba huyendo como un cobarde, se reprochaba esa clase de accionar cada vez que veía al ciervo cerca y se daba la vuelta para marcharse y no hablar. Pero en serio no se sentía listo para fingir que nada estaba pasando.

En su cabeza todo resultaba ser una bomba de tiempo.

Suspiró algo cansado. Extendió un poco el largo de su vestido rosado que poseía ligeros manchones de lentejuelas en sus pechos y se detuvo para tomar fuerzas y llegar en definitiva hacia sus compañeros. No pudo evitar pensar en voz alta, no sería escuchado por nadie a esa proximidad.

—Al menos ignorar a Alastor está saliendo bien.

—¿Por qué lo estás ignorando, Angel?

Niffty se apareció de la nada misma a su lado y eso casi causa que Angel tenga un paro cardiaco de la impresión (si es que eso era posible). Jadeó horrorizado y se sostuvo el pecho con todas sus manos, observándola a punto de retorcerse en estado de shock por ese repentina pregunta que casi lo mata del susto.

—¡JODIDA MIERDA, NIFF! ¿DESDE CUÁNDO ME ESTÁS ESCUCHANDO?

—Solo escuché que ignoras a Al. ¿Te hizo algo? Estaban siendo muy cercanos. Ya sabes, los escuché hablar en la camioneta hace un par de días.

La pequeña pelirroja amplió su enorme ojo de ciclope y le sonrió desde abajo con bastante curiosidad. Se veía muy bajita y adorable con ese elegante vestido rojo de encaje de colores.

Ella solo estaba preguntando con genuina curiosidad, no quería meterse mucho en los asuntos de los dos. Pero no podía pasar por alto el hecho de que fue la única que no durmió aquella noche en la carretera por estar conduciendo y que había percibido todo lo que había pasado entre ellos. La situación había sido tan sospechosa y cercana que le resultaba sumamente extraño que Angel quisiera evitar a Alastor luego del dulce momento.

Angel, por su parte, tomó su pregunta como una total falta de respeto y una intrusión nefasta a su intimidad. No podía evitar sentirse acorralado y su única forma de responder resultó ser una indignada ofensiva.