Queen of Disaster ⋆° RadioDust ◌*̥

14° So this is love

Llegaron al hotel casi pegados al cuerpo de Angel. Lo protegieron de forma invasiva y sofocante. Fue bastante irreal, bajaron de su destartalado vehículo y Charlie lo jaló hacia el hotel con tanta desesperación y miedo de que cualquiera se le pudiera tirar encima en cualquier momento que no controló sus impulsos protectores. Vaggie la escoltó, Niffty casi se abalanza sobre ellas y Husk actuó como un maldito guardaespaldas mirando hacia todos lados cuando dejaron el vehículo aparcado.

Angel los separó de un empujón, estaban yendo demasiado lejos.

—¡Ah! No tienen que ser tan... Lindos.

Se cubrió el rostro con todas sus manos, era vergonzoso que lo cuidaran tanto. ¡Él no era una damisela en apuros! Pero, bien, quedó muy afectado y jodido de la cabeza luego de todo lo que había pasado. El grupo jamás se despegó de él en toda la fiesta después de su encuentro con Val. Y esa actitud era tan linda y cercana que no supo cómo sentirse. Nadie en el infierno había mostrado esa clase de lealtad hacia Angel, mucho menos esa protección.

—Estoy bien. De verdad. ¡No se tienen que preocupar de esa forma!

Trató de frenarlos ya que estaban en el interior de la recepción del hotel y se suponía que era un lugar muy lejano y seguro. Sin embargo, la vergüenza aún no se alejaba de su cuerpo y se removió ansioso en su lugar.

Alastor no había vuelto con ellos, tal vez por eso esa clase de seguridad inútil se le hacía tan extrañamente peculiar. Si el ciervo estaba cerca, ellos no tendrían que formar una pared para que nadie se le acercara.

—¿Cómo mierda pretendes que no hagamos eso? Ese lunático te tocó. Y si no hubiera sido por Alastor...

Husk se cruzó de brazos delante de Angel y fue la voz de la razón ante todo esa escena. Angel les relató cada detalle del encuentro con los overlord y a todos se les erizó la piel al oírlo. Fue tan asqueroso y despreciable que probablemente nadie hubiera tenido el auto control que mantuvo Alastor hasta el final.

Charlie se le arrojó encima a la araña y levantó la mirada para verlo con ojos llorosos. Se sentía la peor por haberse alejado y no haber podido evitar las cosas terribles que le habían hecho experimentar, por eso quería cuidarlo tanto.

—¡Nos alegra mucho que estés bien, Angel! Si nos preocupamos, es porque en serio te queremos. Esos overlord son muy fuertes, es necesario que tengamos más precaución la próxima vez.

—Charlie tiene razón. Son unos infelices. No dejaremos que vuelvan a acercarse.

Vaggie suspiró verdaderamente agotada. Apenas era el segundo baile de la realeza y ya se habían topado con grandes problemas. Por el bien de todos, esperaba que los próximos fueran tranquilos o menos estresantes que ese. Valentino y Vox eran de temer en todo el infierno. Si ellos volvían a verlos, nada garantizaba que las cosas no volvieran a alborotarse.

—Al se está tardando. Me preguntó que estará costando tanto tiempo.

Se preguntó Niffty en voz alta. El demonio radio se quedó en el salón hasta el final. Aún estaba cruzando palabras cordiales con algunos nobles a pesar de que muchos ya se estaban retirando porque era tarde.

Husk se encogió de hombros y ladeó su desinteresado rostro hacia un lado porque sabía que Alastor debía tener todo fríamente calculado a esas alturas. No había razones para preocuparse.

—Debe tener todo bajo control. Habla demasiado. Es normal.

Vaggie bostezó luego de escucharlo, gesto que causó que Charlie la tomara de la mano y observara a su alrededor unos momentos.