Angel caminó apresurado por las calles de la ciudad. Siguió las indicaciones que surgían en el mensaje que recibió en su celular y no se perdió de pura suerte. Esa ciudad era poco concurrida, pero sus callejones parecían ser laberintos. Su ropa era discreta y se camuflaba en la oscuridad de la noche. Sin embargo, él no tenía miedo ni mucho menos. Sabía que en algún momento debía encontrarse con la zorra de la amiga de Alastor para aclarar las cosas de una vez y marcarle ciertos límites y puntos. Intentaría ser lo más breve posible para no irritarse y romperle la cara de un puñetazo.
Cuando llegó al callejón arreglado, una mano sujetó su brazo y lo giró hacia atrás. Ellos se encontraron en ese lugar. Mimzy soltó a Angel y se cruzó de brazos con cara de pocos amigos hacia él. La araña también la miró con asco porque el sentimiento era mutuo.
—Al fin te encuentro, al fin puedo hablarte sin medidas.
Ante esas palabras, Angel apretó sus puños a sus lados y quiso morderla hasta intoxicarla con todo su veneno arácnido. Ya no se iba a contener, la iba a poner en su lugar aunque fuera a los golpes.
—¿Qué mierda quieres? Eres la última persona en el universo que quería ver, jodida zorra de mierda.
Mimzy se escandalizó y torció una mueca indignada y de repulsión hacia el contrario. Era increíble que el demonio radio haya caído por alguien tan nefasto y decadente como la ex zorra principal de Valentino. Todo en él era inmundo, ¿Cómo era posible que Alastor lo quisiera?
—Maldición, tan vulgar como siempre, ¡Alastor no te merece en nada! ¡No sé qué vio en alguien como tú!
Ella se hartó de toda la jodida situación. De lo impertinente que era Angel y de lo terco que podía llegar a ser Alastor al aferrarse a una zorra como lo era Dust. Si nadie iba a seguir sus planes por las buenas, lo harían por las malas. Y si tenía que extorsionar a Angel y chantajearlo de la peor forma para que se alejara de Alastor, lo haría sin dudar.
—Escúchame bien, Dust. Si no dejas a Alastor, me encargaré de transmitir en cada maldita pantalla de ciudad Pentagrama todo el porno más sucio que hayas hecho en tu vida. De hecho, usaré a la televisión nacional y a todo el jodido internet del infierno. De esa forma, jamás podrás volver a acercarte a Alastor por mera vergüenza. Elige alejarte de él por las buenas o por las malas.
Mimzy lo amenazó como una serpiente venenosa, no dudó en largar esas palabras. Sin embargo, Angel comenzó a reírse a carcajadas en su cara. Se sostuvo el estómago con sus cuatro brazos inferiores y la miró de arriba a abajo como si su sola presencia fuera un mal chiste.
—¡Como si me importara! ¡Ya todos saben que hice mucho porno! ¡No hay nada que los pueda sorprender!
Angel estaba totalmente convencido de aquello. Todos los habitantes del infierno lo habían visto en un sinfín de videos eróticos, vieron todas sus facetas y ya conocían de lo que era capaz. Alastor también conocía sus orígenes. Amenazarlo con algo así era estúpido de parte de Mimzy, o al menos eso creía.
La rubia le sonrió absolutamente confiada por sus movimientos. Sacó un celular de su cartera y con un par de deslices, extendió la pantalla hacia Angel y le hizo mirar el archivo que tenía de él.
En menos de cinco segundos, la expresión segura y desafiante de Angel se deformó en una repleta de horror. Actuó por instinto y se le tiró encima para quitarle el celular de una forma desesperada y escandalosa.
—¡DAME ESO! ¡NADIE PUEDE VERLO! ¡DÁMELO!
Mimzy lo empujó en respuesta y lo hizo retroceder a la fuerza. Comenzó a reírse sin control por lo decadente que era esa situación para alguien patético y sin valor como Angel. La araña abrió sus ojos totalmente nervioso y la miró en estado de shock. Esos videos... Se suponía que Valentino había borrado el inicio de su carrera. ¿Acaso el hijo de puta le mintió? ¡Se trataban de las categorías porno más aberrantes y repugnantes que existían en el mundo!
Se sostuvo la cabeza entre sus manos y quiso llorar por la desesperación e impotencia. Nadie debía saber o conocer ese pasado, era vergonzoso y un total horror, lo peor que había hecho desde que llegó al infierno. Fue obligado por Val a hacerlo y sufrió mucho en cada toma. Lo peor era que en cada grabación parecía disfrutarlo y no era así en lo absoluto, se encargó de fingir y de drogarse hasta poder conseguir un buen resultado porque Valentino se lo exigió. Estaba por desplomarse en el piso y llorar, ¡¿Cómo mierda esa zorra tuvo acceso a esos vídeos?!
Mimzy lo miró con lástima. Era triste que su vida pudiera acabarse con solo mostrar media hora de esas grabaciones. Pero debía mostrarle a la zorra de Angel que personas como él jamás debían involucrarse con hombres poderosos y de renombre como Alastor. Era casi antinatural que se mezclaran porque eran de mundos diferentes.
—La coprofagia y el fisting te sientan bien al mismo tiempo. Veamos que dicen Alastor y el mundo cuando lo vean en televisión nacional.
Angel le negó lentamente. No solo perdería el respeto de todo el infierno, sino también el de Alastor. No podría acercarse a él, no podría a estar a menos de diez kilómetros de su presencia si él ascendía para el cargo de Lucifer. Estaba desesperado, perdido, esa zorra quería arruinar su vida con tal de que se alejara de Alastor. La araña apretó su mandíbula con todas sus fuerzas y la miró con todo el odio y rencor del condenado mundo. Estaba jugando demasiado pesado y sucio.
—Tengo muchos de estos, de toda clase. Tienes una carrera bastante amplia y oscura. Será lindo recordárselo a todos. Lo mínimo que sentirá Alastor hacia ti será vergüenza.
Mimzy guardó el celular con tranquilidad. Aunque Angel se lo arrebatara, tenía muchas copias del material proporcionado directamente por su ex jefe. Ella poseía los contactos suficientes para arruinarle la vida a cualquiera. Se rio de forma encantadora hacia Angel y lo saludó con un beso volador antes de marcharse por la ruta por donde vino.
—Espero que pronto tomes una decisión, Angel Dust. Piensa en el futuro de Alastor. Nos vemos.
Él se quedó solo en ese lugar luego de que ella rodeara su cuerpo y saliera del callejón. Tembló abrumado por todo lo que podría pasarle a Alastor si ellos dos estaban juntos, el pensamiento era muy preocupante. Comenzó a estresarse al considerar su carrera arruinada por su culpa, por su despreciable trabajo pasado y por todas las malas consecuencias que le estaban trayendo en su presente. Se abrazó a sí mismo y sintió un frío súbito.
Debía solucionar eso de una vez por todas.
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Tocó la puerta dos veces.
Era una de las últimas noches antes de regresar al hotel. La mayoría de ellos estaba empacando sus pertenencias para cargarlas en la vieja camioneta e irse.
Alastor abrió la puerta de su habitación y se estremeció al ver a Angel allí, con una expresión afligida y con el corazón bombeando intensamente contra su pecho.
—Tenemos que hablar.
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Queen of Disaster ⋆° RadioDust ◌*̥
FanfictionLo que me hiciste es indescriptible, me tienes brillando como una esmeralda. Le prendes fuego a mi alma, me vuelves salvaje. Ningún otro hombre me hizo sentir hermoso, cuando estoy en tus brazos siento que lo tengo todo. ¿Será tu preciosa sonrisa lo...