12° Segunda noche

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Bueno, aquí estamos. Las personas son de especies muy diferentes, tenías razón, Vaggie.

Charlotte, vestida con su mejor conjunto de colores blancos, tomó la mano de Vaggie y le sonrió con muchas energías y optimismo, gesto que la morena respondió de la misma forma. Arrastró a su novia al interior del salón luego de pasar los controles y ser guiados por Alastor. Todo marchaba muy bien.

La velada se presentó espléndida y reluciente como la anterior. Esta vez, las tonalidades azules y rosas fueron el centro de la temática de luces del enorme salón. Los rayos de luz surgían desde el interior, las limusinas se estacionaban alrededor y aprovechaban el enorme espacio de estacionamiento, que era incluso más grande que el de la última fiesta. Fue un poco diferente, de hecho. La mayoría de las razas resultaban ser aves, algún que otro insecto.

En general, el ambiente de la noche volvía a ser fresco y enérgico. La música suave interpretada por la banda de música clásica contratada resultó ser jazz, los aperitivos se distribuían de un lado a otro por muchos meseros y los pequeños grupos de demonios se reunían en cada rincón. Las risas, el vino espumante y el champagne era abundante. El perfume tropical inundaba todo el salón, se veía bello y de alta clase con solo darle un rápido vistazo.

Solo espero que sean más educados.

Murmuró Vagatha al observar su alrededor con una sonrisa insegura. A pesar de que su vestido caoba llegaba a la altura de cualquier mujer en esa fiesta, el grupo desencajaba del resto porque casi todos eran aves, reptiles o insectos. Los únicos pecadores de clase baja resultaban ser ellos, por eso mismo, no tardaron en ser víctimas de miradas groseras e indiscretas.

Cualquiera diría que Charlie, la princesa del infierno, se salvaría de aquellas críticas. Más no fue así. La rubia se sintió incómoda al recibir esa clase de miradas hacia ella y hacia su forma de sostener la mano de Vaggie.

Charlotte, al principio, se sintió juzgada y maltratada. Pero no tardó mucho en cambiar de parecer y dirigirles una misma mirada de desaprobación. Abrazó a Vagatha, bajo la sorpresa de la misma. La morena se sorprendió ante el repentino gesto y, a pesar de corresponder, entrecerró su ojo atento y le habló al oído.

Charlie. No hagas esto por mi. Estoy bien.

—Lo sé, eres más fuerte que cualquiera de ellos. Pero, de todas formas, no voy a doblegarme ante su mirada. Jamás lo haría, sabes que te amo.

La morena sonrió enternecida al escuchar el valor de su novia. La abrazó con más fuerza, enterró su rostro en su pecho y asintió. No era la primera vez que la realeza la juzgaba por ser solo una pecadora común al lado de la hija de Lucifer. Amaba la firmeza con la que Charlie la protegía todo el tiempo, jamás dudaba en hacerlo y no le importaba la mirada ajena.

Alastor interrumpió el momento luego de haberle brindado un par de palabras a Husk y a Niffty. Haría lo mismo con ellas. Se acercó a ambas, acarició los cabellos de la pareja y les sonrió dulcemente al presenciar todo ese indudable aprecio que sentían la una por la otra.

Recuerden las reglas, pequeñas. No se dejen llevar o se desanimen por un par de comentarios.

El consejo era repetitivo, pero era lo único que podían hacer para sobrellevar la noche. El demonio radio sabía que lidiar con la realeza no era fácil. Ni siquiera era sencillo en el mundo de los vivos, en el infierno sería mucho peor.

Husk, al costado de Niffty, escuchó nuevamente los rumores y murmullos que se comenzaron a expandir a su alrededor. Gruñó con molestia, los ricos bastardos volvían a enfocarse en el pecador más reconocido entre el grupo. Angel, apartando un poco el largo de su vestido negro, arqueó una ceja con asco al observar como volvían a murmurar mierdas a sus espaldas.

Queen of Disaster ⋆° RadioDust ◌*̥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora