5° Memorias

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Este lugar es...

Horrible. Angel quería decir que era horrible, de pesima categoría, un basurero que se caía a pedazos. En serio se esperó algo levemente mejor, el hotel en medio de la carretera se veía fatal. Todo el grupo frente al edificio observó a Charlie al mismo tiempo, la cual los enfrentó a todos luego de salir de la sala de recepción y suplicarles con la mirada que no fueran tan duros. Unió sus manos en un gesto de súplica y les sonrió nerviosa a todos sus acompañantes.

Está de pasada. Mañana conseguiremos algo mejor, lo prometo.

Quiso ser optimista, aunque no sabía hasta cuándo los demás aceptarían esa actitud ante las adversidades. Vaggie se colocó a su lado, la tomó de los hombros y la observó muy preocupada por todo el esfuerzo que estaba haciendo por el grupo.

Charlie, no te mereces un lugar así. De verdad lo lamento.

—¿Y nosotros si lo merecemos? ¿Dónde están mis disculpas?

Husk codeó a Angel por estar siendo grosero y desconsiderado. Es decir, el felino también veía el hotel como algo inmundo, pero se conformaba con tener un cuarto para pasar la noche antes de romperse la espalda dentro de la camioneta.

Charlie le negó a su novia y le tomó las manos para luego sonreírle con los mismos ánimos de siempre.

No te preocupes, Vaggie. En realidad, ¡Es emocionante! Nunca había estado en un lugar así. Me gusta estar aquí, siento que son experiencias que debí vivir hace mucho tiempo.

—Si, si. Ya díganme cuál es mi habitación. Tengo resaca y quiero dormir.

Husk era considerado hasta cierto punto. De un momento a otro recordó que siempre le daba sueño luego de beber mucho, quería estirar sus alas sobre una cama suave y quería dejar las charlas innecesarias para otro día. La princesa del infierno volvió a girar hacia ellos, está vez con una expresión un poco más nerviosa.

Ah... Con respecto a eso... Lo siento. Solo pude conseguir tres habitaciones libres. Y solo hay una individual.

Ella sacó de sus bolsillos las llaves de cada habitación. Alastor dio dos pasos adelante y le arrebató una de las llaves a gran velocidad. Sus grandes ojos rojos se encendieron como si se tratara de una lampara llena de estática y largó una casual carcajada antes de adentrarse al hotel y darle las buenas noches a todos.

¡Muchas gracias por tomarte tantas molestias, pequeña! ¡La tomaré con mucho pesar lamentando el sacrificio que tendrán que hacer al disputarse el resto de las habitaciones! ¡Buenas noches!

No tenía ni la más mínima intención de entrar en una pelea verbal, quería estar solo en la privacidad de su cuarto porque compartir nunca fue una opción. Y la mayoría de las veces, su palabra se respetaba, casi nadie quería contradecirlo. Alastor se marchó saludando con su mano y realizando algunas maniobras con su llave entre sus dedos. No volvió a prestarle atención al grupo.

Ese bastardo...

Murmuró Husk envidiando el poder que siempre ejercía para hacer todo lo que se le pegara la gana. Niffty estiró un poco sus pequeños brazos, se acercó a Charlie y tomó una de las llaves que poseía un llavero de colores pasteles. Vaggie se cruzó de brazos y suspiró al contemplar tanto a la pelirroja como a su novia.

La habitación de tres debería ser para todas nosotras. Creo que sería cómodo.

—Oh. Entonces... Husk y Angel...

Charlie comenzó a pensar en voz alta. Husk tardó menos de dos segundos en empalidecer y comenzar a retroceder con un evidente semblante de espanto. Sin embargo, Angel colocó sus manos inferiores en su cintura y le arrebató las llaves restantes a la princesa con una gran sonrisa confiada y cruel en sus labios.

Queen of Disaster ⋆° RadioDust ◌*̥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora