Los Elegidos Parte 1 [EN EDICIÓN]

Chapter 2

28 de diciembre

Gala de los Sagrados Veintiocho

Por extraño que fuera me sentía inquieta por mi aparición de esta noche, quizá se debía al hecho de que me estaba mostrando en un evento oficial con cierto peso dentro de los sagrados veintiocho, ya que nosotros no solo éramos un grupo elitistas cómo pensaba la sociedad mágica.

Está gala estaba diseñada más allá de una simple festividad de conmemoración, más bien era un puente entre el ministerio de magia y las familias con poder que permanecían en secreto. Dichos grupos aprovechaban está oportunidad para afianzar sus lazos y mantener en acuerdo muchos tratados que han llevado a un equilibrio a nuestro mundo.

Los hombres dentro del círculo son demasiado patriarcales, pero fue gracias a Isobel que pude entender el entorno en el que mi padre estaba metido, sobre todo su propósito para prepararme, ya que tenía presente el lugar que me correspondía dentro de los sagrados veintiocho debido a que su hijo también tenía un lugar.

En mi imaginación siempre había visto esta gala como una cena sumamente aburrida, con música clásica y vestidos que no te dejaban respirar. La realidad distaba de aquello puesto que muchos bebían como el mejor de los bebedores, comían como si nunca lo hubieran hecho y bailaban sin alguna preocupación de cuidar de su familia.

Saber al respecto de todo ese entorno hacía que tuviera más confianza de lo que me esperaba, pero la expectativa nunca era como la realidad.

A pesar de que pudiera haber un trasfondo gris, para mi padre siempre fue importante, ya que gracias a este evento conoció a sus mejores amigos: Corvinus Gaunt, Robert Selwyn e Issac Nott.

La primera familia se nos unió al exilió poco tiempo después para preservar su linaje al verse amenazados por uno de sus familiares. La unión amistosa entre los Gaunt y los Shafiq los ascendió cómo líderes en los sagrados veintiocho.

Sin embargo, tras el fallecimiento de mi padre, el peso como su única heredera caía tan fuerte que la ansiedad iba y venía en episodios constantes. A mí manera había lidiado con las crisis que se presentaban, en muchas de las ocasiones entrenaba o salía a bailar, no obstante, no era suficiente dado que mi cuerpo se cansaba más que mi mente la cual se mantenía activa en un círculo de pensamientos y recuerdos que dolían y empeoraban todo.

Así que busqué una alternativa que me funcionará, y logré encontrar esa paz en el sexo.

Pero justo ahora no quería bailar y por supuesto no podía acostarme con nadie, así que convencí a Claire para entrenar.

—Deberíamos metidas en una tina de agua caliente para que esta noche estemos relajadas y luzcamos magníficas —dijo al mismo tiempo que me entregaba las flechas que le había pedido.

—Claire, jugar al spa no es lo mío —agarré  la flecha la cual acomodé en el arco, estire la cuerda y ubique mí objetivo antes de soltar y acertar en el blanco—. A parte me lo debes después de semejante fortuna que gasté ayer —agarré otra flecha repitiendo la acción.