Chapter 11 Pt.2

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El almuerzo fue exquisito, los cinco aprovechamos la hora de la comida para poder poner en orden nuestra salida nocturna; a Theo y a mí se nos hizo una gran idea sorprender a Blaise y Pansy al seguir manteniendo en secreto nuestro destino final

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El almuerzo fue exquisito, los cinco aprovechamos la hora de la comida para poder poner en orden nuestra salida nocturna; a Theo y a mí se nos hizo una gran idea sorprender a Blaise y Pansy al seguir manteniendo en secreto nuestro destino final.

—Espero que me compensen el que me quedé sola y aburrida –Ale escupió enojada.

—Te prometo que te llevaré cuando tengas la mayoría de edad –pasé mi brazo sobre sus hombros.

—Sabes que puedes dejarme entrar –me miró con esos ojitos de cordero degollado que solía funcionar con sus padres y hermano.

—No andes sonsacando a mi hermanita –dijo Theo con fingida seriedad.

—Cállate, que tú eres su alcahuete para sus travesuras –lo empujé.

—Como sea –rodó los ojos–. Por cierto, ¿le has contado a Draco sobre nuestros planes para esta noche? –me preguntó.

—No –el pelinegro entrecerró sus ojos en una clara advertencia–. Pero me arreglo y salgo a buscarlo –reí.

—Más te vale, porque no lo estuvimos evitando por nada –la preocupación bailaba entre sus palabras.

—Nott, te lo prometo.

Con eso me despedí y caminé lo que me faltaba para llegar a mi habitación. Mi promesa no sonaba demasiado descabellada cuando la hice, pero no había contemplado dónde podría encontrar al rubio, e ir a la puerta de las hermanas Greengrass para encontrar una escena desagradable, no era una opción.

«Sus caricias iban y venían sobre un cuerpo desnudo que se arqueaba por las ondas de excitación que le recorrían.

Los gemidos contaminaban el silencio de la habitación provocando que los golpeteos entre los cuerpos aumentarán.

—¡Ah! –gimieron.

Sus músculos se tensaban marcando a su paso sus músculos. Esos ojos que me habían mirado con desprecio contemplaba con lujuria a la castaña a la que solía llamar su novia».

Tenía que controlar mi maldita imaginación, porque me estaba llevando por lugares que no quería ir, pero sobre todo que me hacía sentir cosas que no necesitaba; a mí que me importaba si estaba con ella o no, al final era la que él quería.

Y tú eres con la que se va a casar.

Entré a mi habitación sumamente enojada sin razón aparente y me encerré. Esperaba que está sensación abrasadora se calmara tras tomar un baño, pero la realidad distaba puesto que ver al rubio sentado en el piso con la respiración acelerada hizo que dejara de lado todo ese malestar y se transformará en una preocupación insólita.

Draco estaba absorto en su burbuja hasta que se percató que me arrodille frente a él; su mirada lucía perdida, sus pupilas estaban completamente dilatadas y sus labios se presionaban con fuerza cada que cerraba la boca tras tomar una bocanada de aire. En este tiempo, era la primera vez que lo veía desaliñado y en un ataque de ansiedad.

Los Elegidos Parte 1  [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora