Ahora todo cobraba sentido. Durante un año, me vi obligada a enfrentar pérdidas que no concordaban con las explicaciones y facturas recibidas. La ausencia de servicios y la disminución en los ingresos sólo podían significar una cosa: robo. Al principio no había sospechas, ni siquiera Thomas lo hizo, pero en los últimos meses, los números en rojo aumentaban de manera alarmante, llegando al punto de tomar medidas al respecto.
Me levanté de mi silla, sintiendo cómo el dolor de cabeza destrozaba mi cerebro y me llevaba al borde de una explosión irracional de ira; todo en mi interior hervía de rabia.
—Fawley, ya sabes qué hacer con esos tres –suspiré con pesadez–. Te espero en mi oficina una vez que hayas terminado con esos bastardos –ordené.
Fawley asintió. —Nos vemos en unos minutos.
—Vamos –dije severamente a Draco.
Fawley y yo habíamos estado planeando esta reunión durante meses, incluso sin saber quiénes eran los responsables. Al principio, logré mantenerme bajo control, pero al ver nuevamente las cantidades de dinero perdidas, me hizo ver todo en rojo. Uno podría pensar que se trataba solo del dinero, y sí, era cierto, pero también era acerca de mi patrimonio y el trabajo tanto de mi padre como el mío.
Mi edad siempre ha sido un factor importante porque me subestiman, siempre lo hacen. Al observar mi belleza, mi juventud y mi posición, asumen que soy como el resto de las chicas. Pero nunca lo he sido, ni lo seré.
Mi oficina estaba instalada en el sexto piso del edificio de empleados, lo que significaba que el camino hacia allí era más largo que el que recorrimos cuando nos dirigimos a la sala de reuniones. Durante el trayecto, me di cuenta de que Draco se mantenía cauteloso, tal vez porque tenía muchas preguntas que ya no podía evadir.
Por alguna extraña razón, el chico logró sacarme de aquel lugar que me consumía en poder. No sé cómo terminé ahí, pero debía agradecerle. No era una asesina antes y no lo sería ahora.
Mi despacho era amplio y moderno, equivalente en tamaño a una suite de lujo. Estaba equipado con una sala adicional, un escritorio de caoba donde reposaba un ordenador muggle, un teléfono y otras herramientas. También tenía libreros, un lujoso baño y una hermosa terraza con vistas a las áreas verdes.
—Supongo que deseas respuestas –dije una vez que la puerta se cerró.
—Supones muy bien –volteé para mirarlo–. ¿Qué carajo sucedió ahí? –espetó frío.
Draco había presenciado una escena que nadie debía atestiguar, no tanto por la violencia, ya que sabía que él podría lidiar con eso, sino por el hecho de que había usado mi magia sin el apoyo de una varita. Siempre fui cautelosa con mis secretos, y este era el máximo de todos. Ahora él sabía que no era una chica inofensiva que necesitaba ser salvada; yo era como una bomba de tiempo, y mi destino de quién llegaría a ser estaba en un conteo regresivo.
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Los Elegidos Parte 1 [EN EDICIÓN]
FanfictionTras el fin de la segunda guerra mágica, muchas familias de sangre pura perdieron su estatus en la sociedad mágica. Él creyó que con la muerte del señor tenebroso finalmente sería libre, mientras que ella pensó que podría decidir su propio destino s...