Chapter 1

6.4K 325 72
                                    

No pensé que fuera a extrañar tanto los pasillos de mi fría escuela, pero así sería

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

No pensé que fuera a extrañar tanto los pasillos de mi fría escuela, pero así sería. Tras lo ocurrido en la segunda guerra y la suspensión de las clases por medio año, regresar a Durmstrang y volver a irme tras 4 meses de clases, se sentía como la mierda.

Tampoco es que esté super feliz de estar aquí, pues resulta que aquellas personas que antes no solían hablarme ahora lo hacían y era claro que no era porque les cayera bien o porque tuvieran las mejores intenciones.

Oh, no.

La verdadera razón era porque sus codiciosas familias estaban buscando atarme hacia sus hijos buenos para nada. Pero prefería lidiar con personas hipócritas lamebotas que estar de regreso al infierno al que suelo llamar casa.

Cargar el legado familiar sobre mis hombros es un peso que nadie podía imaginar lo que significaba realmente. Para los adultos era una chiquilla queriendo jugar a ser adulta, mientras que para los de mi edad era una chica de carácter fuerte a la que respetaban.

Mientras crecí fui justa, tranquila y no solía meterme con nadie, pero cuando la vida se empeña en volverte fuerte, tú mismo comienzas a trazar tu camino sacando las garras mostrándole al mundo que eres cazador o presa.

Y yo no era ese último.

Mi mala suerte, si es que así se le puede llamar, me llevó a ser más selectiva con las personas con las que hablaba, pero también puso en mi camino a las únicas personas que necesitaba para disfrutar de esta noche, ya que hoy era la primera fiesta de invierno.

—Por dios Lyra, ¿qué tanto te maquillas? —preguntó ansiosa dirigiéndose hasta donde estaba—. Te ves bien. —la chica de cabello castaño se cruzó de brazos.

—Claire, quieres tranquilizarte —pedí tranquilamente mientras aplicaba un poco de labial sobre mis labios—. No es para tanto.

—Mujer, aún tienes que ponerte tu vestido —caminó inquieta de un lado a otro.

—Mira Claire, solo me llevará un par de minutos vestirme —caminé hasta mi armario y tomé mi vestido—. Si estás ansiosa porque Henrry me encuentre en ropa interior, déjame recordarte que eso no me importa.

—Tú siempre tan... —me miró detenidamente pensando sus siguientes palabras—, segura de ti, ¿cómo lo haces?

El tono de su voz había cambiado, esta no era la típica Claire, ahora se escucha más nerviosa de lo habitual, podía distinguir como jugaba con las pulseras de su muñeca.

—Claire —de repente mi cerebro hizo clic a un dato que había pasado por alto—. ¿Acaso estás nerviosa por Matt? —dejé el vestido a medio poner para prestarle atención.

—¿Q-qué? —sus mejillas se enrojecieron al instante—. C-claro que no —entrecerré mis ojos ejerciendo presión de forma silenciosa–. Está bien, tienes razón.

—Tienes que estar tranquila, solo déjate llevar de lo que sea que vaya a suceder —la tomé de los hombros brevemente—. Pareciera que no te enseñe bien a estar en control.

Los Elegidos Parte 1  [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora