Rememorar todo lo que tuve que pasar en vacaciones me causaba un espantoso dolor de cabeza. Aun retumba en el fondo de mi conciencia aquellas palabras que el notario del ministerio nos afirmó. "Casarse", debía casarme y no con cualquier chica sino con aquella que sentía el mismo desprecio que yo hacia ella.
Lyra Shafiq
Cabello rojo, ojos verdes como las esmeraldas, facciones delicadas, labios finos y rosados como sus mejillas... La risa de Blaise y Theo me sacó de aquella impresión que dejó esa mujer, el estómago se me estrujó tan fuerte que sólo provocó que las arrugas de mi frente se arrugaran más.
Por un lado, me era tranquilizador escuchar la travesía de mis amigos durante sus vacaciones, sus bromas y sus aventuras me divertían. Lo que realmente me enojaba era que tuve que vivir todo un infierno mientras me perdía de esa compañía y toda esa diversión. Ellos eran mi único lugar de paz, los únicos que permanecieron a mi lado, siendo leales hasta el último momento inclusive en el peor de los días ¿Por qué mierda los cambiaria por ir con esa...?
Futura esposa.
Un cuerpo cálido y ligero se sentó sobre mi regazó brindando consigo una sonrisa combinada con aquellos ojos coquetos que suele darme cada que pasamos mucho tiempo sin ese contacto que tanto nos calienta y nos libera. Su mano toco mi mejilla justo antes de que sus labios se unieran a los míos en un beso nada dulce, tal como me gusta y esperaba. Agradecía su deliciosa distracción de todos los eventos que me habían torturado desde que me alejé de aquella mansión.
Rápidamente deslicé mi mano por su cintura y la sujete marcando lo que era mío mientras que la otra la pase por su pierna ascendiendo hasta debajo de la tela de su falta escolar, porque comprometido o no, Astoria Greengrass era mi novia y nadie me diría lo contrario. Menos un imbécil del ministerio o un contrato firmado por dos ancianos que estaban muertos.
—Disculpen –tosieron falsamente–. Hermana presente.
Dejé de besar a la castaña sólo para fijar mi vista en aquella rubia a lado de mi amigo. Sus ojos estaban en nosotros, en su hermana que besaba mi cuello y se movía en mi regazo, y en mí que seguía con mis toques traviesos que eran los causantes de la motivación de Astoria para que le valiera una mierda si estábamos hasta en frente de la mismísima directora.
—Te ignoraron Daph –se burló Theo.
La rubia gruño lo que hizo que su hermana volteara a verla.
—Mejor cállate, que durante todos estos días tuve que soportar sus gemidos –resopló–. ¿No conocen los malditos hechizos o hay que regresarlos a mí grado?
—Cuñada no seas así, no es mi culpa que tu hermana no se controlé –rio Theo justo en el momento cuando su pareja le propino un codazo.
—Par de calenturientos, es mejor que se aguanten para la fiesta de bienvenida –dijo Blaise con diversión.
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Los Elegidos Parte 1 [EN EDICIÓN]
FanfictionTras el fin de la segunda guerra mágica, muchas familias de sangre pura perdieron su estatus en la sociedad mágica. Él creyó que con la muerte del señor tenebroso finalmente sería libre, mientras que ella pensó que podría decidir su propio destino s...