CAPITULO 21.

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CON DEDICATORIA PARA: Todos ustedes que leen mi historia, muchas gracias.

Corría los más rápido que podía, el aire de la noche golpeaba mi cara y mi falda bailaba al ritmo de cada paso que daba, mis pulmones se llenaban de aire con dificultad ya que ni siquiera me tomaba un momento para descansar; Debía encontrar a Daniel y a Johnny, lastimarían a Daniel, mi corazón lo sentía y mi cabeza lo confirmaba, pero por mas calles que recorrí en total oscuridad, no encontré ningún indicio de Daniel y mucho menos del rubio explosivo y violento, un poco decepcionada y cansada decidí regresar a la escuela donde Ann me esperaba preocupada, me disculpe un millón de veces con ella hasta que por fin acepto mis disculpas, me deje caer en el césped y cruce mis piernas mientras miraba el obscuro cielo que se alzaba sobre mí.

-Alex-

Gire mi cabeza hacia Ann, quien se encontraba a mi izquierda y sentada de la misma manera que yo.

- ¿Qué pasa? - le pregunte mientras giraba mi cabeza de nuevo al cielo.

- ¿Estas preocupada por esos chicos? - me pregunto de repente.

Abrí la boca para responder, pero mis ideas eran un lio que no sabia ni que decir, medite por unos momentos.

-Si, me preocupan ambos, uno es un chico tan dulce que seria el sueño de cualquier chica, es atento, es leal y se preocupa por los sentimientos de los demás, el otro es un cabeza hueca, violento y sin un poco de autocontrol- reproche, Ann me miraba un poco sorprendida- pero es leal también, ama a sus amigos y aun que sea algo extraño, ama a una chica mas que cualquier cosa en la vida, tanto así que hizo cualquier cosa para estar con ella-

- ¿Tu eres esa chica, Alex? - me saco de mis pensamientos Ann con otra pregunta.

Esta vez gire mi cabeza y mire a Ann detenidamente, sonreí y negué con la cabeza.

-El dice que me ama, pero sus acciones dicen otra cosa- me encogí de hombros- yo no nací para ser la segunda chica de nadie, el debe poner en orden sus sentimientos- terminé por decir mientras me ponía de pie y ayudaba a Ann a levantarse del suelo.

-Ven, vámonos- le dije mientras caminaba con rumbo a alguna parte.

- ¿Pero a dónde? – pregunto ella preocupada.

Me encogí de hombros.

-Solo vámonos de aquí-

La tome de la mano y solo emprendimos camino hacia las obscuras calles.

Mi cabeza dolía, a muerte, no quería abrir mis ojos, pero debía. Abrí uno de mis ojos y me encontré recostada en mi cama, no sabía como había llegado ahí o como me había puesto mi pijama, pero extrañamente la tenía puesta. La puerta de mi habitación se abrió de golpe y me hermano apareció del otro lado, viéndome con ojos molestos, pero a la vez divertidos, entro y cerró la puerta detrás de él, yo me senté sobre mi cama, golpeando mi rodilla con un bulto que se encontraba a mi lado, gire mi cabeza y me percate que era Ann quien aún dormía, no sabía que rayos hacia ella ahí, pero se encontraba usando uno de mis pijamas.

-Alex- llamo mi atención Dylan, yo gire mi vista hacia el- ¿Por qué rayos bebiste tanto anoche? -

Yo abrí mis ojos lo más que pude, ¿de qué carajos hablaba? Yo no podía recordar nada.

- ¿de qué carajos hablas? - susurre para no despertar a Ann.

El me miro con confusión.

-Anoche que nos encontramos en la calle, que yo estaba con mis amigos y decidiste beber con nosotros y prácticamente te bebiste una botella y media de vodka tu sola- me recordó de forma obvia.

𝚂𝚑𝚞𝚝𝚞𝚙, 𝙹𝚘𝚑𝚗𝚗𝚢| 𝙹𝚘𝚑𝚗𝚗𝚢 𝙻𝚊𝚠𝚛𝚎𝚗𝚌𝚎.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora