Décimo octavo

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Re: (unas lágrimas comenzarón a salir de sus ojos) yo no me quiero morir, pero tampoco puedo permitir que maten a este bebito, no puedo, Atilio, no puedo.

At: (la abrazó con cuidado de no hacerle daño) ya, mi amor (el también lloraba) nada malo te va a pasar, nunca, no dejaré que te pase nada, prefiero dar mi vida por ti...

Atilio se quedó a su lado hasta que poco a poco cesó su llanto, acarició su pelo con ternura y la miró a los ojos.

At: prometo estar siempre al lado de tus hijos y no permitir que nunca les pase nada malo, pero también, prometo ayudarte con esto, no voy a consentir por ningún motivo que te ocurra nada malo por tener a nuestro hijo... tu has sido mi salvación, Refugio, tu me has ayudado a ser mejor persona, eres el amor de mi vida, mi ángel, ahora me toca a mi demostrarte cuánto te amo (besó su frente).

Re: no vayas a decirle a mis hijos nada de esto, tampoco a tu hijo, no quiero que sepan nada, por favor (suplicó).

At: (asintió) tranquila, no les diré nada.

Re: (le vió con los ojos llenos de lágrimas, era tan extraño ver a un hombre como Atilio en aquellas circunstancias, dejándo ver sus sentimientos)...te necesito firme, te necesito con fuerzas, no puedes estar mal por esto, debemos estar felices, al final, vamos a tener algo que nos va a unir de por vida.

At: lo sé, mi amor, pero me rehúso a la idea de imaginarme una vida sin ti.

Re: yo soy una mujer adulta, sabía que tenía una enfermedad crónica y que mi vida de por si ya era un riesgo, jamás pensé en volverme a embarazar pero al final...pasó, y a pesar de todo, yo si estoy deseando tener a este bebito.

At: (odiaba llorar, lo odiaba por que se sentía menos hombre cada vez que lo hacía, pero no pudo evitar dejar recorrer las lágrimas por sus mejillas).

Re: (no dijo nada más, solo se limitó a bajar la mirada para así deshaogarse ella también).

En la sala.

Ri: ¿que crees que le pase? (Le preguntó a Alondra mientras los niños estaban distraídos).

Al: no lo sé...

Ri: ¿crees que sea conveniente tener a los niños aquí?.

Al: ellos no quieren irse sin saber de su madre, y la verdad, yo tampoco.

Ri: deberías relajarte, si no le vas a transmitir preocupación a los niños.

Al: lo sé pero es que realmente estoy preocupada, Refugio es como mi hermana, es...muy importante para mi.

Ri: bueno, cuándo salga Atilio podrás verla y así te quedas más tranquila, si el doctor no nos ha dicho nada es por que no ha de ser nada grave.

Al: pero se llevaron a Atilio, algo le habrán dicho sobre Refugio, ¿si no para qué le llaman?.

Ri: (se encongió de hombros)...

El doctor entró en la habitación interrumpiendo a ambos.

Doc: siento interrumpir pero quisiera saber si ya tomarón una decisión o si necesitan más tiempo.

Re: no, doctor, ya decidimos lo que vamos a hacer (tomó la mano de Atilio y este la sujetó con fuerza).

Doc: ¿y cuál fue la decisión?.

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