Vigésimo primer capítulo

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At: (su reacción definitivamente era la de una mujer locamente celosa y eso le gustó) traele un vaso de agua, ella no puede tomar por que está trabajando, ¿no es así?, Marcela.

Az: así es (sentándose dónde había estado Refugio).

Re: búscatelo tú (se sentó alejada de los dos, sacó su celular y se colocò los audífonos para escuchar música y así no oír la conversación de Atilio con la azafata, prefería ignorar lo que estaba ocurriendo o terminaría matándo a esa mujer).

Atilio conversó amenamente con Marcela, en ningún momento perdió de vista a Refugio, el quería infundar celos en ella a como diera lugar y sabía que lo había logrado.

Az: entonces, ¿estás soltero? (Colocándose un mechón de pelo tras la oreja).

At: (asintió con pesar) si.

Az: que bien por que usted siempre me ha gustado mucho, le he visto muchas veces en la televisión y se veía muy guapo pero en persona se ve aún mejor (coqueteó).

At: gracias por el cumplido pero tengo que ser sincero, estoy enamorado de esa mujer (hizo un gesto con su cabeza hacía dónde estaba Refugio) y la verdad es que no me apetece conocer a nadie más.

Az: oh, yo pensaba que era alguien que trabajaba para usted, así como yo. Lo siento (algo apenada).

At: no, era mi novia hasta hoy que rompió conmigo (silenció durante unos segundos) ¿sabes que es lo peor?, que incluso después de las terribles palabras que me dedicó aún siento que daría mi vida entera por ella.

Az: y, ¿cree que lo de ustedes tenga solución?...

At: lamentablemente creo que no, ella no me ama como yo pensaba.

Az: entonces, ¿por que no te das una oportunidad de conocerme?, digo, no quiero apresurar nada pero podríamos empezar como amigos y después ver que pasa (se mordió el labio inferior en ese momento el piloto la llamó para que acudiera a la cabina) bueno, aquí te dejo mi número de teléfono (le dio una tarjetita que sacó del bolsillo de su falda) llámame, podemos pasarlo muy bien juntos (se levantó y se alejó metiéndose en la cabina).

At: (miró a Refugio quién seguía mirando por la ventanilla y después miró la tarjeta de Marcela)...(guardó el número y se acercó a dónde estaba ella, se sentó a su lado) falta poco para llegar (informó).

Re: (quitándose los audífonos) lárgate (enojada).

At: no entiendo tu enfado, me dijiste que ya no eramos nada, eso quiere decir que estoy soltero y por lo tanto puedo hacer lo que quiera.

Re: puedes hacerlo pero no necesariamente en mi cara.

At: ¿por que no?, dices que no me amas, que lo nuestro fué todo por interes, ¿entonces?, ¿por que te molesta que este conversando a gusto con otras mujeres? (Indagó).

Re: no me molesta...

At: me ha dado su número (le contó) quiere que le de una oportunidad para conocernos.

¿Qué es el amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora