¿Qué es el amor?

Décimo Capítulo

Re: (le sonó el celular) si quieres ve saliendo, ya voy yo (tomando la llamada) ¿que necesitas?, Guillermo.

At: (resopló enojado y salió celoso de la habitación, era un hombre tan poderoso como inseguro y odiaba a cualquier hombre que se le acercara).

Re: (suspiró cuándo le vió marcharse de la habitación).

Conversación telefónica:

G: espero no haberte molestado, solo quería pedirte un pequeñi favor, mi prima está por llegar a la vecindad y quería saber si no te importa integrarla un poco con las vecinas, ya sabes como son todas ahí, no quiero que tenga problemas.

Re: tranquilo, Guillermo, después me paso por tu casa y le doy la bienvenida, también la ayudaré en todo lo que necesite con los vecinos, no pasará nada, tu solo debes pensar en tu recuperación, ella estará bien aquí...por cierto, ¿como se llama?.

G: Rebeca, gracias, Refugio, eres una gran amiga...hubiese deseado que fueramos otra cosa pero tendré que conformarme con tu amistad...

Re: ya te volverás a enamorar de alguién que si te corresponda, cuídate mucho, te quiero, adiós (colgó y bajó con Atilio y los niños, Alondra se había marchado).

Alex: hola, Refugio...

Re: hola, Alex, ya te estaba echando de menos, ¿has ido a tus terápias?.

Alex: no, no he vuelto a ir...

He: ¿que terápias? (Preguntó con curiosidad).

Re: Alex se está dándo terápias en las piernas para poder operarse y así volver a andar.

He: ¿podrás volver a caminar? (Sorprendido).

At: solo si se opera y sigue con las terápias que es lo que debería de estar haciendo (mirándo a su hijo).

Alex: lo pensaré...

Re: (sacó los platos y los cubiertos para preparar la mesa y después sirvió la comida).

At: ¿y...se puede saber que quería tu amiguito? (Serio).

Re: quería que ayudara a su prima a adaptarse a la vencindad pero no hablemos de eso en la mesa, mejor vamos a apeovechar que tu hijo a venido a comer (miró al niño) ¿que te parece mi casa?, no es nada grande pero es acogedora.

Alex: hemos vivido siempre aquí, ¿verdad mamá?.

Re: si, aquí llevamos toda una vida, Alex, ¿como te van los estudios?, ¿estás aprobando? (Se interesó).

Alex: hay asignaturas que no logro entender muy bien, las matemáticas no se me dan.

He: a mi tampoco, las odio, son un asco.

Alex: (rió) si.

Re: Héctor, no digas esas cosas, los dos...bueno, los tres (para no dejar fuera a Angelito) son niños muy inteligentes, pueden aprobar las matemáticas sin necesidad de esforzarse demasiado, solo deben ponerle actitud y empeño.

At: ¿tu profesora aún no ha vuelto?...

Alex: no, aún sigue Julían dándome clases, es un hombre a todo dar, me cae muy bien.