- Con mas fuerza - dijo la diosa, obligando a su programa a golpear más fuerte a su oponente.
La pelea iba tan pareja que no se sabía quién ganaría, al usar la técnica mental se gastaba la energía vital de quienes la utilizaban, aún siendo dioses aquellos eran capaces de caer rendidos.
Apolo siguiendo las órdenes de su hermana logró darle una patada a su contratrincante dejándolo fuera de combate, seguido de ello, Artemisa aprovechó el shock en el que Selene estaba, haciéndole señas a su hermano para que estuviera a la titanide de sus brazos inmovilizandola, la castaña de un golpe en la nuca la dejó inconsciente, cayendo su cuerpo al suelo.
- Bien echo - chocaron sus puños felices y cansados.
El atributo de Ares era fuerte, por eso ambos habían escogido ese, al ser el Dios de la guerra tenía mayor resistencia y fortaleza a la hora de pelear, no se les dificultó para nada dejar inconscientes a sus contrapartes.
Ambos tomaron el cuerpo sin conciencia de los titanes y los arrojaron al portal, directo al tártaro, Artemisa y Apolo separaron sus cabezas y sus clones desaparecieron junto al atributo del Dios de la guerra, dejándolos con sus armaduras normales, aunque parecía que no se había echo esfuerzo, si lo habían hecho, la castaña estaba cansada tanto física como mentalmente.
- Artemis - se acercó el pelimorado al verla caer de rodillas.
La tomo en sus brazos con cuidado, tenía heridas y suciedad, su cuerpo estaba pálido, sudaba y su respiración era cansada y entrecortada, jadeaba también.
- Estara bien, sólo necesita descansar - le dijo el dios del sol, al ver como el marinero cargaba a su hermana - Debemos movernos, Zeus nos necesita.
Artemis solos sintió, se apartó de los brazos de Sinbad y les hizo seña a los mortales para que los siguieran, no estaban muy lejos de allí así que podían ir caminando.
Todo era un desastre, casas destruidas, cuerpos de personas aplastados incluyendo a niños y ancianos, cosa que a Artemis no le gustó para nada ¿tanto desastre por pura enojo? Porque eso era lo que albergaba en el corazón de Eris, enojo. Siempre fue así, molesta con Zeus por no nombrarla uno d e los doce dioses del panteón olímpico, en lugar de Eris fue Artemisa, la diosa de la luna.
- Espera - la tomo del brazo Sinbad - No te dejaré ir allí - señaló el cielo.
Zeus, Poseidón y Hera peleaban contra Eris, el resto de los dioses sólo los rodeaban brindandoles sus atributos a los tres dioses que peleaban.
- Debo ir, Sinbad - le dijo ella queriendo soltarse.
- No te dejaré, no quiero perderte otra vez.
- Sinbad...
- No... - sollozo él haciendola callar - Por favor, Artemis... No me dejes - suplico.
- Los siento tanto - dijo ella apartandose en un descuido suyo - prisión lunar.
Nuevamente, los encerró en una prisión invisible de luna, pero están vez se podían liberar sólo si ella caían inconsciente, era la única forma, vio a su hermano y ambos emprendieron vuelo a la batalla que se libraba en los cielos.
Tomó su lugar en el círculo que formaban los dioses del panteón olímpico, extendiendo su mano derecha hacia los cuatro combatientes brindandoles sus energías y atributos, aunque fuera en contra de su gusto, debía brindarle poder a Hera también para así terminar mas rápido con aquella pesadilla que estaban viviendo.
- ¡Artemis, déjame salir! - gritó Sinbad golpeando su prisión invisible.
Pero la diosa no prestan atención a sus gritos y súplicas sólo se concentraba en transmitir poder y nada más. En una parte de la pelea, Hera fue lanzada lejos cayendo en un montículo de casas destruidas, dejando sólo a Poseidón y Zeus, pero ellos dos no podían perder y se veían en aprietos, en grandes aprietos.
Y como dicen por ahí, situaciones complicadas, medidas desesperadas y eso fue lo que hizo la diosa de la castidad, dejó su lugar en el círculo y se lanzó a atacar a Eris por la espalda, sujetando sus brazos poniéndolos entre sus omoplatos con una mano y con la otra sosteniendo el cuerpo de la discordia con su otra mano por su nuca para inmovilizar sus movimientos.
- Háganlo ahora no podré detenerla mucho más - dijo la diosa castaña.
- ¡Estas loca, Artemisa! - gritó su hermano.
- ¡Sal de allí! - pidió Hestia preocupada.
- ¡Es nuestra única oportunidad, estaré bien! - gritó de regreso, Artemis, aún sabiendo que sería difícil - ¡Ahora! - les gritó segura a los dos dioses principales.
Poseidón y Zeus asintieron al ver la firmeza de sus palabras, Eris quiso zafarce, pero Artemis la sujeto más fuerte contra ella afirmando su agarre.
- ¿Estas loca? - preguntó al diosa de la discordia - Si ellos nos atacan, no resistiras, estas demasiado lastimada.
- No me importa no morir o quedar inconsciente, si así aseguró el bienestar de todos... me importa poco sacrificarme... - vio Sinbad quein estaba a punto de llorar - por las personas que amo - después vio a su hermano y sonrió levemente.
Vio a los dos dioses frente a ella y sólo asintió, pequeñas lágrimas acumulandose en sus ojos sabiendo que podía no despertar después de ese ataque, cuando los tres dioses principales o sólo uno concentra su poder en un ataque y lo lanza a cualquier criatura u otro Dios, el receptor es derribado y no sobrevive; y en el caso de los dioses, su mente queda perdida en el limbo y es difícil que regresen.
Ambos hermanos concentraron su poder y juntando por un poco sus manos, una luz azul como océano y otra luz blanca como el rayo brillaron en el centro de sus palmas. Apuntaron hacia las dos diosas, Eris con miedo queriendo escapar ma sólo lograba que Artemisa afirmara más su agarre en ella.
- ¡Rayo del emperador!
- ¡Tsunami aplastante!
Los demás dioses seguían extendiendo su mano hacia ellos dos, pero Apolo le brindaba hasta la última gota de su fuerza a su hermana, quería que soportará el ataque; no sería nada sin ella y se pondría a llorar en cualquier momento.
- ¡Ataqie combinado, Tsunami tempestuoso! - y el ataque se lanzó a ellas.
Justo antes que tocará a Eris, Artemis la empujó apoyando sus piernas en la espalda de la diosa y ganando impulso hacia el cielo, la preciosa imagen volando por sobre el ataque llegó a los demás, pero una mano la logró guiñar de su pie dentro de la técnica.
- ¡Artemis! - gritó con miedo el marinero junto a los demás.
Y la explosión ocurrió cargando la vista de todos, segundo pasaron y la prisión invisible en al que Sinbad estaba, desapareció; seguido del cuerpo de la diosa cayendo en loca desde el cielo y una Eris enfada y con su cuerpo lastimado y respirando agitadamente.
Sinbad logró atrapar el cuerpo herido de su amada y la estudio contra su pecho, abrió sus ojos pesadamente y se quejó al sentir el dolor en todo su cuerpo.
- Eres una imprudente - le hizo saber a la castaña - pudiste haber muerto y no sirvió de nada - levantó la vista hasta la diosa de la discordia, que estaba más molesta.
De momento a otro, el cuerpo de Artemis ya no estaba en los brazos de Sinbad, Eris la sostenía de su cuello ¿Cómo había tomado a Artemis tan rápido? Su enojo sólo incremento sus poderes.
- Creiste que no soportaría, pero sólo empeoraste tu estado ¡Ja! - río sin gracia hacia el resto - Estúpida diosa.
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Tu pirata soy yo
ФанфикLa reina de Artemyra tiene una hermana de la cual casi nadie sabe, distinta a su hermana mayor pero con su mismo carácter y fuerza, está chica es especial, pero ni ella ni el resto lo saben. Personajes del anime "Sinbad no Bouken". Algunas partes se...