Chapter eight

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Habían llegado aún isla donde veía que había un material extraño para reparar los daños que la ojiazul había causado por haber salvado a la tripulación del peli morado.

- Estaremos diez minutos aquí - aviso el capitán - el que se pierda, se queda.

Se encontraba bajo el timón revisando unas cosas, según él, le dolía el daño que su preciada embarcación recibió.

- ¿Cómo puede una mujer causar tanto daño? - preguntó viendo el desastre que había hecho Artemis.

- ¡Ay por favor!- exclamó la chica llamando la atención Sinbad - con un poco de savia quedará como nuevo.

La vio irritado pero su mirada cambio drásticamente al verla mejor, unos short cortos negros, una camisa corta gris, botas hasta los tobillos negras y su cabellos suelto natural.

Volteó a ver a otro lado para no parecer tan obvio con ella.

- Cuando quiera tu consejo te... - la vio irse a la isla - ¡Hey, hey! ¿Adónde crees que vas?

Sin embargo no recibió respuesta, seguía molesta al parece ¿y quién no?

- Bien, ve. Pero que alguien te acompañe - le dijo a los que Mystras, Vittel y Jafar fueron con ella.

- Ay gracias - sonrió ella a los chicos - me alegra que aún hay hombres que no han olvidado la importancia de la caballerosidad.

- Caballerosidad - se burló el con sorna - No tan rápido - le dijo a Hinahoho al ver de reojo que el también bajaba.

El peli celeste se detuvo con un balde de metal pequeño, debían buscar madera y otras cosas más para el barco.

- Sabes que tiene razón - le dijo el padre primerizo - la savia es perfecta para...

- Sólo... quédate en el barco - le dijo.

Bajo del barco con una cara de pocos amigos y la causante era esa hermosa chica que llevaba al frente, debía admitir que tenía una vista perfecta de su retaguardia, estaba dotada de un cuerpo perfecto y eso que la había visto siempre con ropa. Caminaron un poco más y ella seguía ignorando al capitán olímpicamente, comenzaba a desesperarme que ella no le hablará o le dijera algo.

- ¡Ya te di las gracias! - le gritó él - De eso se trataba ¿No?

Aún dándole la espalda, ella llegó a lo que parecía un árbol y se paró frente a el viendo la rústica planta.

- Se trata de reparar el barco - respondió ella ignorando la plática - Cuando rompo algo, lo arreglo - dijo con simpleza.

No quería seguir discutiendo con él, aunque le parecía a veces divertido, pero eso sólo sacaba su mal humor a flote y le costaba tener auto control algunas veces.

- Mmm, cuchillo ¿Por favor? - pidió amable extendiendo su mano a su espalda.

- Ah si ¿Crees que yo te daré un arma? - preguntó él con ironía.

Pero se cayó cuando miro a sus tres amigos extenderle un cuchillo, ella al igual que Sinbad habían dejado sus armas en el barco porque ¿Qué podría pasar en una isla desierta? Exacto, nada ¿verdad?

- Gracias Vittel - le sonrió al susodicho tomando el cuchillo del chico, el cual cual se le acercó a su capitán.

- Te digo algo - le dijo de buen modo - Creo que deberías ser más cortes - pero sólo se ganó un empujón de parte del candidato a rey.

- Oh genial - se quejó - ahora recibo clases de etiqueta de un ex asesino de Parthevia.

- Bueno, ella salvó el barco Sin - recordó Jafar.

Tu pirata soy yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora