Chapter one.

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Prólogo.

- ¿Esta niña es la hija de los dioses? - preguntó la mujer castaña.

- Si mi señora, está niña tiene un deber que cumplir.

- No podemos, es sólo una pequeña, no sobrevivirá, le darán caza si saben de quien se trata.

- Les haremos creer a los humanos que es una de ellos, sólo así podrá cumplir con la misión de ayudar al candidato a Rey - le dijo el hombre sosteniendo a la bebé.

- Gladius no podemos hacer eso, el dios mayor está enfadado por esto. Si la enviamos, será nuestro funeral.

- Es un riesgo que debemos correr Marissa - respondió arrojando a la niña al mar.

~ ~ ~

- Mi señora puje - le dijo la partera a la reina.

Un quejido se escuchó seguido de un llanto de un bebé. 

- Ya no puedo más - se quejó la reina con pocas fuerzas en su cuerpo.Vio como la partera sonreía enternecida con su bebé en brazos ya limpia y vestida.

- Felicidades mi señora, tuvo a una hermosa niña - sonrió a la reina dándole a la bebé.

Ella las recibió con gusto acomodandola en su regazo. La arullo y besaba su coronilla con una extrema delicadeza, su hija era preciosa, era una castaña de ojos azules, todo lo contrario a su hermana mayor de una edad mayor, dieciocho años. 

- ¿Qué? - preguntó al reina - No es rubia.

- ¿Qué quiere decir majestad? - preguntó la portera acercándose.

- Mi hija no es rubia.

En el Reino de Artemyra todas eran rubias, siempre era así aunque su color de ojos no fuera el mismo, siempre nacían rubias las niñas.

- ¿Será posible?- se preguntó la Portera en voz alta.

- ¿Qué cosa Diana? Habla.

- Hay una leyenda mi señora - dijo la mujer.

- ¿De qué leyenda hablas? Habla, me tienes nerviosa.

Era una noche fría y tranquila, demasiado tranquila para su gusto, la señora Diana levanto la vista a su reina viéndola y luego a la niña castaña, no quería asustada ni alarmarla pero debía decirle a su reina. Aunque no estaba segura si era verdad y si esa leyenda tenía que ver con la niña no rubia nacida.

- Se dice que una niña hija de los dioses fue robada y asesinada, haciendo un ritual con su espíritu para que cumpla cierta misión en al tierra, con nosotros, han pasado siglos desde eso, según la niña era castaña como ella - señaló a la bebé - y de hermosos ojos azules como el mismo mar... según el alma de esa bebe diosa entraría en el cuerpo de un bebé no nacido. Aún no se sabe que misión es, pero cuando este completa se dice que esa mujer desaparecerá y se convertirá en el mismo sol que ilumina los días.

La reina estaba impactada ¿acaso su hija tendría que ver con eso? ¿sería esa diosa de la que hablan? Tantas preguntas que tenía y no tenía idea si eran todas ciertas.

Esa noche, la reina de Artemyra le hizo prometer a Diana no decir nada al respecto, si preguntaban sobre el porque la bebé no era rubia ellas tenían la obligación responder que su padre, quien había fallecido, era castaño y por eso la bebé nació así. Ocultando a todos ese secreto, aunque la gente no era tonta, pero parecían tragarse el cuento.

A su primer hija le puso el nombre de Mira Dianus Artemina y a la segunda, Mira Luzria Artemis, siendo ella la menor entrenaba desde niña y siempre su madre buscaba la forma que sus poderes no despertarán, pero no podía mantenerla a raya por siempre. Al menos hasta el día de su muerte sería así, ni siquiera su hermana sabía la verdad ni ella misma, sólo su madre y Diana quien la ayudó a nacer.

Tu pirata soy yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora