capítulo 69 La versión del planeta tierra

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– Cómo iba a saber que no enteraste a tus padres? – Vegeta se defendía del regaño de la ojiazul alejándose para no discutir. Si hubiera estado en su planeta lo primero que hubiera hecho sería enterar a todo el mundo y exigir a cada individuo le trajera un tributo en sumisión al nuevo miembro de la familia real.

–Quería hacerlo de una manera especial para mis padres! – Bulma no iba a darse por vencida y seguía al saiyajin – ahora ya no tiene sentido mis preparativos!

Vegeta la encaró – hacerlo especial? A qué te refieres con eso? nuevamente hablas en términos que no comprendo! – impaciente subió el tono de voz.

–Tal vez si harías un intento podrías comprenderlo! – la ojiazul también frunció el ceño – llevas en este planeta un tiempo! Ya debes hacerte una idea sobre lo que los humanos consideramos importante!

Panchy apareció para detener a la pareja en desacuerdo – no pueden discutir en un momento como este – dijo con su sonrisa y voz cantarina – este es un tiempo para celebrar! – dijo tomando de las manos a su hija.

–Eso era lo que pretendía! Organizar una celebración para nosotros y festejar como era debido....

–Oh Bulma sí que habrá una fiesta – afirmó la rubia con toda felicidad – voy a festejar la semana entera! No es cierto querido? – preguntó a su esposo que todavía no salía de su asombro.

El científico buscó a su hija con la mirada llena de ilusión –Es cierto Bulma? – le preguntó titubeante – seré abuelo?

A Bulma se le enterneció el corazón. Se acercó para abrazar a su querido papá y le aseguró que todo aquello era cierto.

El hombre casi no pudo contener la felicidad que le trajeron esas palabras. En el lugar de su interior donde guardaba el brillo de los momentos más queridos un centelleo tuvo lugar. El abrazo que recibía parecía un bendición – entonces...tu madre tiene razón! habrá un festejo – dijo quitándose las gafas para limpiar los ojos – uno justo como el del día en que me enteré que vendrías al mundo.

Bulma había escuchado la historia muchas veces. Muchas. El hombre siempre sensato y sereno se convirtió en todo un trotamundos. Llevó a su esposa en un viaje por todo el globo recolectando los mejores artefactos para su futuro hijo. Compraron y escogieron artículos tantos que temió no le alcanzaran las cápsulas a él, al mismo inventor. En cada lugar que visitaban se detenían a celebrar hasta el alba. Entonces, sucedió lo inesperado, cuando visitaron al doctor este les dijo que sería una niña y no un niño el que alegraría sus vidas. Los esposos rieron de su situación, todo lo adquirido era pensado para un varón.

Vegeta intrigado escuchaba el breve relato – Es algún ritual humano? – pregunto sacando en pleno su lado inquisitivo, quizá había interferido en un rito importante para la ojiazul y eso explicaría su enojo.

–No, no es algo que la gente haga – dijo Bulma mientras veía como impedir que su madre se apropie del teléfono – mi familia pudo permitírselo, pero no es ninguna tradición terrestre ni nada.

–Bien! – impaciente el peli flama resolvió que todo aquello era una absurda exageración y volvió a su pregunta inicial –bien, ahora contéstame, cómo es posible que no existan cámaras de incubación? Es algo básico!

–Podrá ser lo básico en otros planetas, pero en este no – dijo el científico acariciando a su gato negro – recuerde que no tenemos cámaras de recuperación ni otras similares a las que describió con insistencia.

Vegeta no cabía en esa idea – eso que quiere decir exactamente? – no podía creerlo. Su suerte no podía ser el estar atorado en un planeta tan primitivo, no podía.

EN EL PRINCIPIO, EN EL FINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora