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wigetta✨Roto por dentro

Roto por dentro

Guillermo se encontraba en los cuneros, su admiración por esa pequeña era enorme, su tristeza era aún más  mayor, ¿Como encargarse el solo de dos pequeñas?, Su mujer dio a luz a su pequeña Samantha, pero unos días después, su esposa callo en coma. Algo tenía en claro, sus hijas serían su fuerza para seguir, debía ser fuerte por ellas, después de todo, solo estaba en coma, però siempre hay paz después de una tormenta.

En otra parte de Almería, se encontraba Samuel, un joven profesor, alegre que daba todo por sus alumnos. Él tenía planeado formar una familia,  la felicidad y plenitud que tenían, tanto él como su pareja, era la idónea para plantearse el ser padres. Justo se encontraban en su habitación hablando, Samuel no sabía cómo empezar con el tema, pero ya no podía más , quería saber qué pensaba su esposo.

- David, amor - Llamo a su amado.

- Dime cariño - Se acercó a su esposo.

- Sabes que hace tiempo nosotros estamos más que magníficos - Le sonrió, él otro solo asintió - Y yo sé que es contigo, la persona más pura y grandiosa con la que quiero formular una familia - Pauso - Quiero que adoptemos, quiero que tú y yo formemos una familia - Finalizó , mirando a David quien se encontraba serio.

- Samuel - Suspiro - Sabes que me gustaría cumplir esa fantasía tuya - Tomo entre sus manos las de Samuel, este solo le miro a los ojos - Pero, yo no me siento seguro de esto - Samuel soltó sus manos y las coloco en su piernas - Amor, dame tiempo, quiero estar preparado - Finalizó la conversación, poniéndose en pie y caminado hacia su estudio.

Samuel se quedó ahí, los ojos le picaban, habían lágrimas que querían derramar, pero se negaba .  Sabía que la felicidad a la que él aspiraba era muy difícil, no todos piensan que una familia es el centro de la felicidad, pero por un instante creyó que su marido pensaba igual, que una familia complementaba la felicidad que ambos tenían, pero se equivocó.

->(...)<-

Guillermo se encontraba al pie frente a su mujer, está llevaba ya un mes en coma, sus ojos ardían, tocaba la mano de su esposa, en espera de un apretón de consuelo, como lo hacía por las noches en su noviazgo o cuando no podía dormir, pero no obtuvo respuesta.

- Lucha - Rompió el silencio - Lucha un poco más, Samantha y Katya te necesitan - Suspiro - Yo te necesito - Sollozó - Se fuerte, se que me escuchas, porfavor vuelve - Sollozó, dejando que sus lágrimas porfin salieran.

Su corazón se rompía en mil pedazos, su cabeza y sus acciones no se sincronizaban, sus manos se aferraban a las de su mujer, el sonido de la máquina que decía que Lucia estaba viva, le parecía un sonido lejano, la enfermera destinada le tomo de los hombros y lo saco de la habitación, seguía sin creerlo, hace poco juraría que su felicidad sería para siempre, pero ahora que su mujer se había ido, ya no se veía capaz de sonreír como antes, pero aún tenía dos pequeñas razones más para sonreír, ellas no merecían sufrir y él se encargaría de evitar que este golpe les doliera, aunque él estuviera muy roto por dentro.

(...)

Samuel se encontraba frente su abogado, estaba consciente de que era lo mejor, David se había acostado con una de sus amigas, en su propia casa y en su cama, podía soportar el que no quisiera formar una familia, pero no una infidelidad.

- Firme aquí - el abogado le tendió un boli, mientras con otra mano le alcanzaba los papeles - En la línea de el final su firma, su marido llegará en unos minutos, así que no tiene de qué preocuparse, me aseguraré de que firme - Pauso - Para mañana será un hombre libre señor De Luque - Samuel tomo el bolígrafo y firmó.