Stony ❤️💙Un pequeño cambio

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Un pequeño cambio 

Tony se encontraba en su taller, como ya era costumbre, llevaba días queriendo encontrar la forma de agregar esa nueva mejora a su traje, mezclando sustancias y haciendo bocetos de la pieza y arrancando la hoja por ser, en su opinión, un diseño poco original, a pesar de que esos diseños eras a la altura del genio.

Pasado ya las ocho de la noche, Stark decidió que debía tomar un descanso, acomodó los materiales en su lugar, tapando todo y dejando decente el lugar de trabajo. La cocina se encontraba iluminada, por lo cual sabía que su compañero estaba esperándolo, a pesar de que sabía que no siempre salía temprano de su taller.

- ¿Le he hecho esperar mucho capitán? -Le cuestiono al rubio en cuanto estuvo cerca de el.

- Lo acostumbrado -Sonríe-  ¿Tienes hambre? - Se levanta y camina a la estufa - Hice un poco de café y prepare una pasta - Informa, destapando la olla. 

- Se sienta- Creo que primero iré a ducharme antes de cenar, pero tomaré un poco de café, gracias- Agradeció, estirándose para quitar un poco de la tensión de sus hombros.

El rubio solo sonrió , cerró la olla y girando a la izquierda para tomar una taza, sirvió el café y lo dejó encima de la barra en frente del castaño. Después de la ducha, Tony volvió a la cocina y ceno junto a Steve y hablaron tranquilamente de su dia, despues el genio y él subieron a la habitación a dormir.

.................


Sus días eran así, monótonos y tan iguales al anterior, pero Tony estaba bien con eso, no le importaba eso, era feliz con saber que el rubio estaba  a su lado, el saber que Steve siempre se encontraría en la sala, la habitación u en cualquier lado de la casa esperándolo, recibiendolo con amor y con su hermosa sonrisa que solo él poseía. 

Pero todos sabemos que la monotonía acaba por cansar y consumir parte de ti, solo en algunos casos se puede escapar y seguir adelante y mejor. El corazón y la mente no siempre están en sintonía, ni opinan lo mismo, tenerlos balanceados es difícil. Para Steve, ese tiempo de amor y compresión, al que se aferraba para estar con su castaño, se le estaba acabando. Sus días a lado de su amado eran los mejores, pero no podía negarse a sí mismo que había algo que aún faltaba, algo que a pesar de la confianza y el amor que le profetizaba al moreno  y este a él , no le alcanzaba. 

Uno de los tantos días en los que Tony se encontraba saliendo tarde de su laboratorio, feliz de que por fin el diseño deseado fuera verdad, se encontró con todas las luces apagadas, sin señales de que alguien estuviera ahí, asustado llamó a su compañero. 

- ¿Steve? - Intento una vez más, sin respuesta alguna.

Con los nervios de punta se dirigió a su habitación, esperanzado de que ahí encontraría a su rubio,caminó a paso rápido, casi corriendo, subió las escaleras y camino el pasillo que llevaba a su recamara. Con el corazón en su mano, giró el perrillo de la puerta y sin pensarlo abrió la puerta, soltando un suspiro de alivio al ver al rubio acostado en su lado de la cama, abrazando un pequeño peluche que le regaló en su aniversario de boda. Los ojos del genio casi derraman  lágrimas al ver como su pareja se aferraba a ese peluche como si su vida dependiera de ello, sumado a que el rubio soltaba pequeñas frases incongruentes, pero que por el modo en que lo decía, sabía eran causadas a que estaba teniendo una pesadilla. Al percatarse de esto, inmediatamente Tony se acercó a él, arrodillándose enfrente de su rostro, comenzó a acariciar su rubios cabellos, susurrando cosas que lo tranquilizaran en su sueño.

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