"Happy Pills" || Afterdeath

20

—¿Cómo te sientes con todo esto? —Tenía la mirada fija en el río.

—Se supone que yo te iba a preguntar eso. —Dije con una pequeña risa para alivianar las cosas.

—El otro día estuve pensando en ti, me di cuenta que nunca te pregunto cómo estás, si te sientes bien, tampoco sé nada de ti, por qué llegaste al colegio, o también... —Geno dirigió su mirada a mi brazo, el cual tomó para observarlo más de cerca.—Dos. —desvié la mirada. —Yo tengo una cantidad incontable en mi brazo, pero tú tienes sólo dos que van de forma vertical... —Geno acariciaba mis cicatrices mientras hablaba, la conversación me estaba poniendo un poco incómodo.

—Ni siquiera es como si quisieras que fuéramos amigos, sólo me preocupo de que no te mates como cualquier otra persona lo haría, además, habíamos hecho un trato.

—Ya no me importa el trato, me importas tú. —No pude evitar sonrojarme, un pequeño escalofrío recorrió mi cuerpo cuando Geno besó mi brazo con mis cicatrices. —Por favor, ¿podemos ser felices juntos?

—Eso suena muy homosexual, Geno.

—Hablo en serio, estúpido.

—Si quieres preocuparte por mí, primero tendrás que recuperarte tú.

—Juro que lo haré. —Miré a Geno, nunca se había visto tan lindo como en ese momento, sonreí y miré hacia el río.

—Entonces, ¿es una promesa?

—Para mí es un hecho.

Nos quedamos un rato contemplando el paisaje en silencio, luego nos levantamos, nos pusimos nuestras poleras, y nos pusimos en marcha.

—Espero que estés lo suficientemente cansado como para dormirte temprano. —Le dije al ver que se estaba quedando dormido en el asiento del metro.

—Cállate, estúpido.

—Mañana tengo examen de música y no me he aprendido la canción.

—¿Qué tocas?

—A Ink. —Recibí un golpe gigante en mi cabeza.

—De verdad eres un estúpido.

—ERA BROMA, AUCH. —Me sobé la cabeza.—Toco de todo.

—Yo siempre quise aprender a tocar piano, pero nunca tomé el electivo de música.

—Por eso nadie te toca. —recibí otro golpe.—YA, PARA.

—Aún tengo a Dust... —Se quedó callado por unos segundos.—Dust... ya no sé si quiero verlo de nuevo.

—Te dije que había que pensarlo dos veces antes de meterse con él.

—¿Es tu ex?

—No, qué asco, lo conozco mejor que a nadie, por eso sé de lo que hablo. ¿Tú estás consciente de que abusó de ti, no? Si es que no fue violación. —Los ojos de Geno estaban casi llorosos, su mirada estaba perdida.

—Lo sé, pero ambos estábamos drogados, además después accedí.

—Dust te ama, pero debes saber que su forma de amar es distinta, está trastornado.

—Hmm.

—¿Qué harás?

—No lo sé, no lo quiero ver en un tiempo.

—Suena bien.

Nos quedamos en silencio el resto del camino, fui a dejar a Geno hasta la puerta de su casa, ahí nos despedimos, nos veríamos mañana en la escuela.

Una vez en mi casa fui a mi habitación, me quité mi ropa y me fui a acostar. La verdad es que había sido un buen día, un descanso del mundo de vez en cuando no hace daño.

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