En la capital de Inglaterra las mañanas frescas con algo de neblina era común para la familia Midoriya pues ya después de 10 años viviendo en ese lugar que ya podían llamar hogar, no se le hacía raro despertar con esta atmósfera.
-Buenos días amor- le habla con dulzura una beta a su hijo.
-Buenos días madre- todavía algo dormido contesta.
Últimamente el omega notaba algo diferente a su madre, ella trataba de ocultarlo pero el brillo en sus ojos y esa sonrisa que tenia de la nada, la delataban.
-¿porqué estas levantando tan temprano?- pregunto algo sorprendida- hoy es fin de semana podría dormir un poco más, todo la semana madrugas mucho amor- guardo silencio esperando una respuesta.
- Anoche me quede hablando con Shoto, se me hizo tarde si darme cuenta y ya no me pude dormir otra vez- contesto algo cansado.
-Amor ese chico parece un buen alfa, si yo tuviera unos años menos no lo dejaba ir- río mientras ponía la cafetera.
-¡MAMÁ¡- grito con sorpresa - sabes que sólo es un buen amigo como tantos que tengo en la escuela y además creo que tú... no eres chica disponible- se cruzó de manos viéndola con ironía- ¿O me equivoco?. Pregunto serio.
-Hijo es que yo- se puso roja y las manos le comenzaron a sudar- De eso me gustaría hablar contigo, esta noche te quiero presentar a alguien- musito en voz baja.
- Ya era hora de conocer a la persona que me esta robando el corazón de mi madre- se toco el pecho en señal de dolor para después soltar unas risitas.
El día paso de lo más normal, hablaron de como les fue en la semana Inko le contó que quizás tendrían que regresar pronto a Japón, todavía no tenía fecha estaban viendo eso, solo era cuestión de arreglar algunos detalles, le pregunto a su hijo que si quería quedarse o ir con ella, ya era algo grande para tomarlo en cuenta, le faltaba dos años para entrar a la Universidad todavía no decidía a cuál sería, con este cambio tenía que considera otras opciones en Japón estaba la A.U. con variadas carrera entre ellas la de que Midoriya quería estudiar su sueño era ser un abogado lo cual a su madre le agradaba esa idea.
Izuku quería terminar el colegio en Londres pero imaginarse lejos de su madre le aterraba, faltaban algunos meses para eso estaba en duda que camino tomar.
-Hoy en la noche quiero que salgamos a cenar- le dijo algo apenada – espero que te agrade- miró a su hijo con algo de duda.
- Tengo que dar mi aprobación primero, a ver si te merece- musito serio -Se que me agradara solo con el echo de ver tu cara de felicidad ya me cae bien- le regalo un sonrisa sincera para después darle un abrazo.
-Gracias amor, eres tan lindo el alfa que te gane será muy afortunado- todavía envuelta en su brazos le dio un beso en la mejilla.
- Todavía falta mucho para ese dicho alfa- se soltó de abrazo.
La noche llego las familia Midoriya se preparaban para salir a cenar, mas parecía que de una boda se tratara, la beta esta tan nervio se probó varios trajes, ninguno era de su agrado la cama esta llena de ropa por todos lados, zapatos tirados.
Un omega reí al ver los nervios de su adorable madre, él ya traía su traje gris desde hora atrás ya estaba listo se peino un poco los risos, sus zapatos negros con eso se miraba muy galán con su piel blanca adornada con pecas y esos ojos esmeraldas.
Al final decidió usar un vestido azul rey pegado que le hacía lució sus caderas, le llegaba debajo de las rodillas con un pequeño escote que le daba un toque de elegancia, el cabello lo recogió así se apreciaban mas los pequeños pendientes de diamantes un regalo de la empresa donde trabajaba.
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NUESTRO DESTINO
FantasyUn día tu mundo cambia de la noche a la mañana eso es algo que Izuku un omega conoce muy bien. Un peliverde de 16 años, estudiante de la mejor preparatoria del país tenia un futuro asegurando bueno al menos eso creía, hasta que un fin de semana yend...