Capítulo 27

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«El pasado es una niebla en nuestras mentes. ¿El futuro? Un sueño completo. No podemos ni adivinar el futuro, ni cambiar el pasado». Shams Tabrizi. Si pudiera describir con una frase la vida de Katsuki esta pareciera que fue hecha para él, cambiar algo de su pasado ya era imposible, durante todos estos años nunca olvido unos grandes ojos esmeradas que se convirtieron es su fuerza para despertar cada día, anhelaba saber que fue de su vida, no tenía derecho a ser parte de ella, lo tenía muy claro pero aun así, tener una noción de que el pequeño se encontrara bien quizás sería suficiente para calmar un poco el remordimiento que vivía con el día tras día justo estaba preparándose en los vestidores de un reconocido GYM ya había pasado 2 semanas después de que tuve que ser un niñero para un par de mellizos los cuales los entregó ya algo tarde, la niña se quedó dormida en sus brazos en lo que esperaban a que su abuela bajara a recogerlos desde entonces pasaba intranquilo no podía dormir por las noche y los sueños con su pelinegro eran aún más recurrentes, no era ni el lugar ni el momento de pensar en su destinado pero esto era algo que no podía evitar , cerro el casillero con un fuerte golpe guardando sus prendas, ya traía puesto un short corto color negro con naranja seria todo la ropa que usaría, el equipo faltante como las protecciones y los guantes se los colocaría antes de subir al ring.


El rubio era parte de los pupilos de Shota, en estos años siempre quedaba como vencedor no había llegado un rival digno, Aizawa citó a sus alumnos que no eran mucho, sorteo los peleas, dos eliminatorias los vencedores pasaría a la final, las primeras peleas seria por la mañana, la segundas por la tarde y la final ya seria de noche así le daría un poco de tiempo a sus muchachos de recuperarse, todos llegaron puntual eso era parte de su disciplina, tuvieron tiempo suficiente para calentar y cambiarse estaría todo el día a puertas cerradas, solo unos colegas del maestro estaba invitados para ser parte del jurado era algo extraoficial aun así eran apegados a las normas, casi todos se conocía pues fuera del entrenamiento también convivan solo había un nuevo integrante, un pequeño chico de melena verde a comparación de los alfa se notaba una gran diferencia con la estatura, algunos lo miraron con ojos de desprecio estaba seguros que no pasaría los primeros 3 minutos de la pelea, también se encontraba un pelirrojo que fue el único que se le acerco a platicar con el chico que estaba siendo intimidado por los otros peleadores.


-Amigo no imagine que te gustaban las cosas rudas- Eijiro lo saludo con un gran abrazo, todos se sorprendieron por el trato tan familiar.


Izuku estaba acostumbrado a palear con alfas, donde entrenaba anteriormente todos le tenía respeto ya que hasta ahora era invicto, pero de primero también tuve que ganarse el respeto, al pisaba el ring demostraba que era el número uno, se transformaba en una bestia diferente a la dulce imagen angelical que tenía -Ni yo, que tu practicares este deporte- este era uno que requería de un auto control grande y mucha fuerza de voluntad, el pelirrojo no daba la finta de ese una clase de persona así las apariencia engañas eso la comprobarían todos ese días.


-Este es mi segundo año, pero creo que será el último estos tipos pegan fuerte- en el enfrentamiento del año pasado el alfa de la gran sonrisa fue hospitalizado por una patada que casi le fractura las costillas, pero no quería verse como un cobarde y no asistir este año que sería algo así como su despedida, trataría de dar una buena pelea.


-Ya se algunos pegan muy duro- era como hablar con un niño pequeño y asustadizo como se refería a las peleas - veo que no te gusta esto- hablo bajito para que nadie escuchara su conversación - ¿Por qué lo haces? - esto era para una persona que estuviera comprometida con el deporte porque requería mucha dedicación.

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