La pequeña recamara de Midoriya fue testigo de un sueño tranquilo donde un par de destinados dormía plácidamente abrazados, ya era hora de despertar la alarma ya había sonado, pero era tan cómodo estar así que volvieron a cerrar los ojos, Izuku olvido por completo que no eran los único en ese departamento, un par de niños entraron buscando a su papi, era siempre él quien los despertaba con cosquillas y besitos pero ese mañana su adorado papi no fue, corrieron a buscarlo lo que vieron era raro.
Con sus pequeños pasitos se acercaron lentamente hasta la cama iban tomados de la mano tenían miedo no sabía que estaba pasando, vieron como el omega estaba abrazado de su niñero favorito -¡PAPI!....- gritaron juntos.
Eso fue suficiente para despertar la pareja algo asustado, rápidamente con tal alboroto Izuku se despegó de un golpe de Katsuki no medio sus fuerzas y lo lanzo fuera de la cama, haciéndole caer al suelo, el alfa no esperaba eso lo agarro desprevenido cayendo de lleno, los niños miraban con el alfa se ponía de pie mientras se masajeaba su retaguardia con una cara de dolor en su rostro, el pecoso se levantó de la cama todo era un caos, pensaba que decirles se sentina intimidado por las miradas de sus cachorros tenían el ceño fruncido y esos ojos rojos lo juzgaban con dureza -¿Porque esta él contigo papi?- pregunto la pequeña peliverde.
La pareja se miró en complicidad a ver cuál de los dos respondería la incómoda pregunta Izuku se armó de valor -Niños el señor Bakugo está aquí...-.
-Vine aquí para cuidarlos, no ven que su papi este herido necesitaba un poco de ayuda- el alfa termino la frase al ver que al pecoso ya no se le ocurría nada.
Los niños no eran tontos, demasiado inteligentes para su corta edad, pero ese alfa no les desagradaba tanto como otro bicolor que trataba de robarles a su papi -Tenemos hambre- el pequeño se tocó su pancita con una cara de tristeza, sabia como manipular a el omega.
El pecoso miro el reloj junto a su cama era tarde todavía tenía que prepararlos para llevarlos a la escuela -Niños ya es tarde, venga vamos a cambiarlos en el camino les compro algo para comer corran- los tomo de la mano para llevarlos a su cuarto, comenzó a sacar las prendas para cambiarlos con rapidez cuando ya está listo, se fue a cambiar también él, termino y guardando sus cosas en su mochila amarrilla para salir corriendo de su departamento, lo que no esperaba era que su destinado estuviera acomodando uno pequeños sándwiches en las lonchera de los cachorros, ya estaba preparado para salir del lugar, si no fuera porque tenía mucha prisa se hubiera quedado un rato más observando la escena.
El alfa levanto la mirada para encontrar unos verdes ojos frente a él con una sonrisa en sus labios, a pesar de aun trae moretes en la cara era lindo verlo sonreír así -¿Ya están listos?-.
-Sí ya nos vamos. - era hora de regresar a la realidad y decirle adiós al rubio.
-Vamos- Katsuki se colgó su mochila caminar hasta la puerta, Izuku y los pequeños lo siguieron, todo fue callado hasta llegara a el elevador bajaron hasta el estacionamiento subterráneo con el que contaba el edificio del pecoso, Midoriya tomo rumbo hasta donde tenía estacionado su auto -Ve- tomo al omega de la mano -Yo los llevare, suban- Un auto deportivo negro que estaba cercas de ellos fue donde se pararon.
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NUESTRO DESTINO
FantasyUn día tu mundo cambia de la noche a la mañana eso es algo que Izuku un omega conoce muy bien. Un peliverde de 16 años, estudiante de la mejor preparatoria del país tenia un futuro asegurando bueno al menos eso creía, hasta que un fin de semana yend...