Capítulo 20

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El día tan esperado por mucho por fin llegó, en la entrada se encontraban un par de alfas vestidos con sus trajes negro con una corpulencia enorme, el lugar está más protegido que una prisión de alta seguridad ya que los futuros herederos de las familia más renombrados harían acto de presencia, equipados para cualquiera emergencia que se pudiera presentar la seguridad era demasiada no era para menos, los tres omegas llegaron a la gran entrada impresionados por la mansión que estaba frente a sus ojos, antes de ingresar pasaron por un detector y sus pulseras fueron escaneadas con una aparato especial todo era lo más sofisticado que se podrían imaginar, deberían de ser cuidadosos con lo que se ingresaba al hogar de los Kirishima.



Ya adentro Midoriya no podía asimilar todo lo que sus verdes ojos miraban, esperaba que fuese una fiesta como a las que había asistido entes donde los temas de negocios no se podía evitar en cambio aquí no había ninguna persona mayor, solo jóvenes de su edad disfrutando de la noche, estaba comenzando una fiesta que no tendría riendas, los olores esa demasiado fuertes para Izuku respiro profundo esperando encontrar un olor a madera que no se encontraba por ninguna parte sabía que él estaría ahí al ser amigo tan íntimo del cumpleañero pero al parecer no haría acto de presencia esa noche eso le dolió un poco tenía un par de meses que no se encontraban de cierta forma su lobo quería llenar sus pulmones pues era lo único a lo cual el peliverde le daba acceso ya sería otro día para hacer eso.



Todos quería llamar la atención pues su trajes eran demasiados extravagantes, Izuku ya no se sentía tan raro pues con tantos disfraces y gente por todos lados uno con menos tela que otro el suyo se podría decir que era el más cubierto de la fiesta, aunque no por eso quería decir que estuviera decente para el gusto del omega al menos no enseñaba de más,  pero con un traje de látex completamente pegado al cuerpo no dejaba mucho a la imaginación, caminaba agachando los hombres de pena pues las miradas de los alfas se centraban en su abultado trasero y esa colita de conejo justo donde comenzaban la curva de sus glúteos que se podría decir que no eran nada pequeños haciendo juego con las grandes orejas negras que tenía en la cabeza, su cintura daba forma a su anchas caderas era un espectáculo ver pasar caminado un omega con esa figura pequeño, un lindo cuerpo marcado, su brazos bien tonificados, esas piernas que sin tocar se miraban que estaban duras de tanto ejercicio, al levantar la vista se encontraban con un par de grandes ojos verdes y unos labios tan carnosos que cualquiera quisiera probar opacando a los omegas con sus trajes costoso que revelaban gran parte de sus cuerpos.



La gran pista con luces que cambian de colores era llamativa dando un ambiente alegre y en gran escenario una banda famosa no imagino algún día verlos en vivo, el sonido era muy fuerte la pista estaba casi llena donde los jóvenes bailaban de una manera provocativa y los rincones donde ya se podían ver algunas parejas muy juntas eso que solo era el comienzo para Midoriya todo ese mundo era nuevo, le daba un poco de miedo lo que podría pasar no se separaría de sus amigos en toda la noche bueno esa eran las intenciones del pequeño omega pero no era lo mismo que cruzaba por la mente de sus amigos al menos del rayito al cual le brillaban los ojos al ver pasar tanto alfa que pasaban desprendiendo sus fuertes aromas.



La ambientación está basada en la antiguo Egipto ya que el pelirojo estaba vestido de faraón con su traje dorado lo más seguro que su disfraz tendría detalles de oro puro, su pecho estaba descubierto igual que sus piernas esto dejaba ver su tornado cuerpo y gran penacho con piedras incrustadas cada detalle en su traje era muy reluciente, las iluminación era neo, esto aparecía un concierto en vivo, la barra era tan grande que estaba atendido por varios barman y meseros caminaban por el lugar que todavía no estaba lleno por completó pero lo más seguro en un par de horas más en aquel lugar no cabría ni un alfiler pues las personas llegaban como abejas no querían perderse de nada, se sabía que no solo sería una fiesta de cumpleaños si no un gran show se esperaba.

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