El sol se comenzaba a ocultar, la vista era hermosa desde un último piso de el gran edificio principal propiedad de los Bakugou, un par de infantes estaban sentados alrededor de una mesita de centro, hojas y colores por todas partes se podía observa, un alfa rubio miraba la escena con ternura, ese día fue especial para él, tuvo que pelear con ambos pequeños porque siempre querían ganar, aún no sabe como fue que lo convencieron de comprarles una bolsa llena de dulce se suponían que solo sería una paleta.
Que el día terminar solo sería regresar a eso niños con su abuela, algo que al alfa no le gustaba su lobo gritaba que debía estar con los mellizos de echo todo el tiempo soltaba su aroma en exceso solo para marcarlos, en una ocasión le gruño a un tipo que los estaba viendo, eso no era normal.
La reunimos por fin terminan, fue demasiado extensa, algo normal ya que se trataban asuntos delicados que no se podían tomar a la ligera.
La puerta se abrió dejando ver una alfa rubio algo irritada y una beta con la cara de preocupación.
- Hola niños... ¿Cómo se portaron?- la peliverde tenia temor que sus nietos le hubieran echo el día imposible a heredero de los Bakugou.
-Se portaron muy bien son unos niños muy listos- el rubio respondió con tranquilidad algo que a las mujeres les tomo por sorpresa pues imaginaban encontrarlo rabiando.
- Que bueno, niños junten todo que ya casi nos vamos- los niños comenzaron a guardar sus cosas.
- YA TITA- gritaron juntos los cachorros.
- Que niños tan energéticos- musito la alfa pelirubio.
- Sí tiene mucha energía- contestó Katsuki con una pequeña sonrisa de lado.
- Ya vez idiota, el hijo de Inko es como de tu edad y ya tienen hijos... ¿Y tú cuándo vas a llenarme la casa de cachorros?...- su madre siempre presionaba con eso.
- Mmm sí no es tan fácil, mira que este par me dejaron cansado y solo fue un día- tenia la cara sería – no me imagino con varios de esos- apunto a los pequeños que se asustaron.
- No se asusten niños, este idiota, no sabe lo que dice- le dio un fuerte golpe en la cabeza a su hijo, él cual solo se sobaba pues si su madre tenia la mano pesada.
Inko miraba la escena con ganas de reír, pero se contuvo pues era la presidenta y tenia que respetar – niños denle las gracias a el señor Bakugou por ser tan amable de cuidarlos hoy- los mellizos corrieron a darle un abrazo, cosas que sorprendió a todos en esa oficina .
- Gracias- decía un niño peliverde.
- Muchas gracias señor- la pequeña le regalo un beso en la mejilla.
- De nada- Katsuki se quedo sin palabras sus ojos se cristalizaron.
- Bueno nosotros nos retiramos- La beta tenia prisa de irse – espero no volver a molestarlos con esto , mi hijo siempre esta con ellos los fines de semana solo que hoy, tenia trabajo de su escuela- sabía que su hijo no tardaba en hablarle para preguntar por los niños.
- ¿Y como le esta sentando el cambio de escuela?- Mitsuki ayudo mucho para que Izuku ingresara pronto a la U.A., con una llamada de la alfa se movía mar y tierra los Bakugou eran poderosos en muchos aspectos.
- Parece que bien, es un chico muy dedicado, no le costó trabajo adaptarse- Izuku era un buen hijo, la beta sabia que siempre daba lo mejor de él.
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NUESTRO DESTINO
FantasyUn día tu mundo cambia de la noche a la mañana eso es algo que Izuku un omega conoce muy bien. Un peliverde de 16 años, estudiante de la mejor preparatoria del país tenia un futuro asegurando bueno al menos eso creía, hasta que un fin de semana yend...