- La niña se llama Hikaru y el niño es Haruki, pero en la casa son los diablillos- Tenía mucha energía – ya sabrás cuando los conozcas más por que les decimos así- se acordó que hoy en la mañana no quería ir a la guardería y escondieron las llaves del coche en la caja donde Izuku guardaba los moños de Hikaru.
- Espero me permitas conocerlos más- la intención de Todoroki ya se estaba haciendo evidente.
- Claro amigo ya tendremos tiempo de convivir- Izuku miró hacia sus "angelitos" para evitar el comentario de su amigo, sabía a donde quería parar y él ahora no estaba interesado ni en él ni en nadie más.
Cuando llego la comida Izuku fue por sus hijos los llevo a lavarse las manos, al estar en la mesa los mellizos ya tenia un plan echo pues no permitiría que alguien les quitara a su papi era de ellos solamente y se encargaría de que así siguiera.
- Niños coman despacio se va a ahogar- Midoriya era muy dedicado con todo respecto a su parecito.
- Papi, ¿Hoy vamos a ir con los abuelos?- la niña con una brillante sonrisa pregunto, sabía que así se irían más rápido de ahí.
- No cariño, hoy tu abuelita no estará en su casa, pero el fin de semana van a pasarlo con ella- ese fin de semana Izuku tenia un trabajo en equipo y su madre se ofreció a cuidarlos ya que la guardería no abría los fines de semana.
El plan A estaban saliendo mal, los niños se miraron con ojos de complicidad, ahora era el turno de Haruki. Todavía les quedaba la mitad de su pizza y los adultos seguían platicando, comiendo despacio, se estaban poniendo al día cosa que a los pequeños no les gustaba para nada.
- Papi- El niño comenzó a tocarse la pancita y haciendo quejidos – me duele aquí- eran buenos manipulado a su papi.
Izuku dejó el pedazo de pizza que estaba por morder para acercarse a su niño - ¿ Dónde te duele?- lo toco suavemente del estomago.
-Me duele mucho- unas lagrimas comenzaron a salir.
- Shoto, me voy a retirar primero, lo siento mucho te veo después- de verdad no quería ver mal a su pequeño.
- Izuku te voy a acompañar, ¿A que hospital vamos?. – el omega se veía demasiado preocupado quería estar con él.
- No te preocupes iré a mi departamento tengo algunos médicamente, lo llevaré ahí y si veo que sigue mal lo llevara con el doctor- siempre estaba preparado para sus cachorros.
- Por favor llámame si ocupas algo- le entregó su tarjeta.
- Gracias amigo- le regaló una sonrisa y tomo a su hijo en brazos saliendo del lugar.
El bicolor solo pudo ver como se alejaba su mejor amigo con los cachorros, ahora no solo se tenia que ganar el corazón del pecoso si no también el de sus hijos, era una tarea difícil pero buscaría la forma de hacerlo, no volvería a perderlo otra vez.
Ya en el hogar de los Midoriya, un par de niño sabía que la primera batalla ellos la había ganado, su papi siempre los escogería por encina de cualquier alfa cada vez que uno quería llegar a su vida lo lograban ahuyentar, bueno también contaba mucho que Izuku no quería a nadie en su vida.
Acostó a su pequeño y cuando regreso con la medicina vio que estaba dormido así que no lo quiso despertar, una poco después Haruki decía que ya no le dolía nada y pasó el resto de la tarde jugando con Hikaru, mientras el omega hacía sus trabajos escolares.
El fin de semana llego, Izuku levantó temprano a sus cachorros los vistió abrigados pues hacía algo de frío su madre quedo de pasar por ellos, los pequeño amaban pasar tiempo con sus abuelos ya que los tenía consentidos algo de lo cual sabían sacar aprovecho eso se miraba cada que regresaba eran con regalos y muchas anécdotas de el tiempo con sus "titos" como ellos les decían.
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NUESTRO DESTINO
FantasyUn día tu mundo cambia de la noche a la mañana eso es algo que Izuku un omega conoce muy bien. Un peliverde de 16 años, estudiante de la mejor preparatoria del país tenia un futuro asegurando bueno al menos eso creía, hasta que un fin de semana yend...