15. Mando y Control

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Suspiró con fuerza, cerrando la puerta tras de sí nada más entrar en el pequeño despacho después de Alicia. Era la primera vez en casi una semana que tenían un momento a solas, y su mayor deseo hubiese sido besarla y abrazarla, al menos los pocos minutos que pudiese durar aquello, sin embargo, la razón de estar allí era prioritaria.

La morena se dio la vuelta, fijando sus perfectos ojos verdes en ella, así que le costó el doble contenerse y seguir su actuación como capitana. Qué remedio, ya era más que obvia la tensión entre Walker y Alicia, así que Branka se había aprovechado de ello para generar el combate de ese día, y fue un error por parte de la chica observar al pipiolo mientras le pegaba una paliza a Woodsen, pero peor aún fue no parar el combate cuando dieron la orden. Walker había caído derrotado a manos de Alicia, así que sintió orgullo, aunque, por otro lado, pudo ver con claridad que aquella victoria fue fruto de perder el control por alguna maldad que él le había susurrado al oído, viendo cómo los ojos de Alicia se encendieron de furia antes de golpearle en la nariz y librarse de la llave. Perder el control no era permisible para un excelente soldado, debía aprender a controlar cada fibra de su cuerpo y mente.

—Se supone que tengo que reñirte por tu comportamiento con Walker, aunque se lo merezca, y en el fondo me alegra que le hayas dado pero bien. —fue lo que dijo, y la reacción de la joven fue sonreír y dar dos pasos hacia ella, pero se detuvo cuando continuó hablando. —Con todo, tendrás tu castigo, pues no podemos tolerar comportamientos como el de hoy. Si damos una orden, debes cumplirla.

—Elyza, no escuché cuando me mandasteis parar, lo siento de verdad. —intentó excusarse ella, y quiso abrazarla con mucha fuerza en ese momento.

—Lo sé, todos nos dimos cuenta, y es precisamente por eso que te he traído. —comenzó a explicarse. —Para mí es lo de menos que no te detuvieses o el castigo por faltar la orden, pero me preocupa tu falta de autocontrol cuando se trata de ese chico. Creía que habíamos dejado claro que ignorarías a Walker y has hecho todo lo contrario.

—No fui yo la que propuso el combate. —se quejó Alicia, cruzándose de brazos. —Y, además, fuiste tú quien aceptó, tienes tanta culpa como yo en esto.

Ese reproche le dolió, pero era cierto en parte.

—Branka te pilló mirando con inquina a Ryan, ya se ha comentado vuestra antipatía y cómo tú seas seguramente la horma en su zapato, Ali. —mencionó, dulcificando su tono, pues lo último que deseaba era pelear con su novia. —Lo de hoy fue la excusa perfecta para lo que vendrá próximamente. Viendo tu reacción ante sus provocaciones, seguirás siendo objetivo de los entrenadores para corregir la egocéntrica actitud de Walker.

—¡Ah, joder! Ese capullo arrogante consiguió lo que quería. —pareció comprender Alicia entonces, frunciendo el ceño pensativa. —Por eso me dijo esas cosas, y encima sonreía triunfal al saber que me llevaría un castigo de regalo.

—Quizás no esté todo perdido, intenta no reaccionar a sus palabras, que lo de hoy sea algo anecdótico. —intentó mediar. —¿Qué fue lo que te dijo para ponerte así?

—Estaba diciendo cosas típicas de él, intentando amedrentarme. —explicó Alicia. —Pero luego te mencionó, soltó burdas groserías sobre ti, mancillándote con sus sucias palabras.

—Ali, no me importa lo que diga de mí.

—Pero a mí sí. —la interrumpió la joven, y no iba a negar que le hacía latir bien fuerte su corazón que la chica la defendiese, a ella y a su honor, pero no quitaba lo otro. —No voy a soportar oír esa basura salir de su boca, no puedo tolerarlo.

—Siento decirlo, pero aún quedan muchas semanas aquí, entrar al trapo con él solo empeorará las cosas. —dijo acercándose a ella para abrazarla, lo necesitaba para transmitirle lo que sentía. —Estoy orgullosa de ti, de que defiendas lo ecuánime y ataques lo injusto, pero no debes ponerte en el punto de mira tú, mucho menos por mí, o en boca del individualista de Walker.

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