CAPÍTULO 27: Quédate conmigo.

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JULIO POV:

Han pasado más de tres días desde que vimos a Laurent por última vez, luego de la muerte de Hugo y de su amenaza respecto a que debíamos encontrar a Vincent en setenta y dos horas, ella simplemente salió del recinto y no la hemos vuelto a ver desde entonces. Desapareció sin decirnos nada, lo cual me hace pensar —¿qué fue lo que le dijo Hugo ese día que le afectó tanto?— no podía dejar de imaginarme cuál fue la razón que orilló a Laurent a desaparecer de repente.

—¿Ya tienes alguna noticia de mi hermana? —Young soo no deja de ser tan irritante, luce preocupado y creo que no ha consumido alcohol en estos días.

—Si tuviera alguna novedad ya lo hubiera mencionado, no solo a ti sino a todas las personas presentes aquí.

—Esto es culpa tuya.

—¿Mi culpa? —le cuestiono indignado.

—¡Tú eres su protector, su mejor amigo y la persona más cercana a ella después de Dorian! ¡¿Por qué diablos la dejaste sola con el demente de Hugo?! —el resto de los aliados nos voltean a ver al percatarse del tono de voz altanero de Young soo.

—¡Fue una orden suya, el sol estaba a punto de salir y quería mantenernos a todos a salvo!

—¡A mí no me engañas Julio! —Young soo me contesta sobresaltado y no puedo evitar sorprenderme ante su acusación— ¡Ya la has desobedecido antes!

—No sé de qué estás hablando... —bajo el volumen de voz para alentar a Young soo a tranquilizarse pero no lo consigo.

—¡No tengo idea de cómo lo haces pero el vínculo que tienes con mi hermana es diferente al resto de los aliados! No siempre la obedeces.

Young soo no se equivocaba respecto al vínculo; con el paso de los años, la confianza entre Laurent y yo se convirtió en algo sólido, nos volvimos amigos e incluso ella llegó a confesar que me veía como un miembro de su familia por lo que en secreto me regaló la libertad, quería que permaneciera a su lado por mi propia voluntad y no porque me lo ordenara. Y así ha sido todos estos años, decidí quedarme con ella por mi cuenta y nunca he considerado cambiar de opinión.

—Laurent es mi amiga, de haber sabido que Hugo la iba a manipular me hubiera quedado con ella, aun así el sol me hubiera matado como a ese malnacido —respondí finalmente y abandoné la habitación que compartía con Young soo.

Llevaba días sin alimentarme, ni dormir y lo único que mi mente lograba imaginar era que Laurent se encontraba expuesta, que no estaba a su lado dónde sea que se haya escapado y que si algo pudiera pasarle jamás me lo perdonaría.

Mi cabeza no dejaba de divagar sobre lo peligroso que es Vincent en estos momentos; Laurent ni siquiera ha completado su proceso de transformación, él podría aparecer y matarla en cualquier instante —¿y si quizás ya lo hizo?—. Eso es ridículo Julio, estamos hablando de Laurent Amery, no es un vampiro ordinario, es fuerte y si necesitara ayuda ya hubiera venido a pedirla.

—¿Qué crees que haya pasado? —Amelia interrumpe mis pensamientos repentinamente.

—¿Qué? —pregunto de nuevo aturdido.

—Sí. ¿Qué pudo haberle hecho o dicho Hugo para ponerla de tan mal humor?

—No estaba enojada —conozco a Laurent mejor de lo que me conozco a mí mismo, no estaba enojada sino triste. Cuando algo verdaderamente le duele, lo externa con enojo no con tristeza.

—¿Entonces? Nos amenazó de muerte, hacía años que no sucedía algo así.

—No hablaba en serio.

Mi Antigua Vida (TRILOGÍA FAMILIA REAL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora