Mi Antigua Vida (TRILOGÍA FAMILIA REAL)

CAPÍTULO 28: ¿Rival o aliado?

Silas POV:

Desde que Laurent se fue, Esther aumentó la vigilancia del lugar y se nota más ocupada que antes; le preocupaba que Iván Zus descubriera que Laurent había estado aquí o peor aún que se enterara de que Esther la ayudó a mantenerse oculta después de que los atacaron en la carretera.

Estos últimos días, trato de mantenerme ocupado estudiando los pocos hechizos que mi abuela le mencionó a Esther, quien consideró que en algún momento los podría necesitar por lo que los anotó en una vieja libreta a escondidas de Matilda y no se equivocó con respecto a ello.

El día que murió mi abuela e incendié la casa por accidente, me he sentido terrible, me duele el cuerpo todo el tiempo, bebo agua en exceso y por alguna razón las venas de mis brazos se pusieron de color gris, tuve que renunciar a usar playeras porque se notaban y las sudaderas, suéteres y abrigos pasaron a formar parte de mi día a día.

Nicolás dice que tal vez se deba al fuego acumulado que tengo en el cuerpo.
Suelo ser cuidadoso con mi energía, no tengo el dominio absoluto y si por alguna razón me dejo llevar un poco, todo se descontrola y no puedo detenerme. Fue así como sucedió la noche que me reencontré con Laurent, me dejé llevar y le ocasioné mucho dolor.

No he dejado de pensar en ella desde que se fue a Brasil, se veía diferente. Había algo en su mirada que me causaba escalofríos, con el simple hecho de su presencia me sentía tan pequeño, me imponía una sumisión inevitable pero parecía que todos se sentían igual que yo ante ella.

Esther me contó la historia sobre las Tres Familias Reales y la impresionante fama que rodeaba a Laurent Amery; era consciente de que siempre había sido una mujer peligrosa y en lugar de causarme temor o desagrado simplemente mi curiosidad por conocerla y saber más sobre su pasado crecía conforme descubría más.

¿Cómo es posible que una persona pueda ser tan odiada y amada al mismo tiempo?

Laurent es todo un misterio, un acertijo que parece sencillo pero es tan difícil de descifrar.

—Silas lamento que no vayas a regresar a la escuela, este era tu último año —Esther se sienta a mi lado al verme tan sumergido en mis pensamientos.

—Descuida, supongo que esto es más importante y la escuela puede esperar.

—Tu vida dio un giro sorprendente estos últimos meses ¿verdad?

—La muerte de mi abuela fue lo que desencadenó mi energía, jamás me hubiera pasado por la cabeza que fuera capaz de ocasionar un incendio.

—A pesar de todo, creo que lo estás llevando muy bien, el aprender a controlar tu energía definirá tu destino.

—Laurent me agradaba. Cuando la conocí sentí algo que nunca antes había sentido —recordé el primer día que nos conocimos durante mi turno en el supermercado.

Detestaba trabajar en aquél lugar y jamás me hubiera imaginado que gracias a que Nico enfermó ese día y tuve que quedarme a cubrir su turno, conocería a la mujer que aparenta ser todo un mito, luciendo como una chica normal, siendo la misma desgracia en persona.

—Laurent causa ese tipo de sensaciones en la gente.

—A pesar de las malas historias que he escuchado sobre ella, en lugar de odiarla, me causa una enorme curiosidad.

—Te contaré una historia.

—¿De qué trata? —Esther se acomodó y miró al techo intentando recordar cada detalle.

—Mis ancestros fueron perseguidos por todos los habitantes de cada sitio que pisaron, ellos no eran como la familia Zus que pueden controlar de alguna manera su transformación a excepción de cuando es luna llena. La gente solía decir que eran bestias del infierno, los cazaban y descuartizaban para evitar que volvieran a la vida.