Mi Antigua Vida (TRILOGÍA FAMILIA REAL)

CAPÍTULO 46: La familia es el arma.

Llovía con intensidad en el pueblo de Arlom, cientos de vidas estaban en juego. 

En pocos años se llevaría a cabo la celebración para la coronación del nuevo líder de las Tres Familias Reales. Vincent tenía planeado ser él quien se coronaría esta vez, por otro lado Young soo lo único que anhelaba era castigar a su hermana, por consecuencia del rechazo a su amor obsesivo. 

El lugar estaba a punto de convertirse en una masacre y nadie podía percatarse de ello, al final lo que verdaderamente importaba para cada uno de los hermanos, era el defender lo que su corazón más quería. 

Laurent se encontraba atrapada entre el terror absoluto de que en cualquier momento alguno de sus hermanos asesinara a Julio, justo como sucedió con Dorian hace noventa y cuatro años, Vincent se percibía vigoroso al darse cuenta de que Laurent sufría con tan solo pensar en una posibilidad tan espantosa; Young soo analizaba con cuidado las expresiones de sus hermanos, él jamás estuvo interesado en poseer lo que por años se disputaban los gemelos. Quería lastimar a Laurent por haber sido la favorita de Dorian, a pesar de la enorme traición que acató cuando estaban comprometidos y el joven aún vivía, Young soo entendía que cuando su hermana se enterara de tal fechoría, iba a sufrir y a costa del deseo de querer decírselo, no existía mejor forma de torturarla que lo descubriera por ella misma. 

Esther Legaz no confiaba lo suficiente en Laurent, sabía que la mujer tenía una voluntad de metal, siempre y cuando la solución estuviera en sus manos, sino es el caso, tiende a caer en la desesperación y a ser tramposa hasta recuperar la ventaja. 

El nuevo sitio que había mandado a edificar, pocos años antes de que la mujer Amery regresara a casa, pudo mantenerlo oculto de Matilda Bonet, el clan Zus y hasta los vigilantes que Vincent llegaba a enviar para molestarlos. 

Su especie de lobos pequeños era más frágil que las imponentes criaturas del linaje Zus, se esforzó por años en no involucrarse demasiado con el propósito de proteger a su grupo. Sin embargo, no dejaba de preocuparse por Silas, quien durante el escape, tomó la decisión de bajar de la camioneta y esconderse entre los terrenos de la mansión Amery, el chico fue excesivamente necio en que quería asegurarse de que Laurent y sus aliados estuvieran a salvo, insistiendo en que él había decidido defenderla. 

Para Silas no era la primera vez que se ocultaba en los dominios Amery, durante el tiempo que salió con Mia Bridge a pesar de que nunca puso un pie dentro de la casa, se veían de vez en cuando al exterior de la mansión. 

Esther sabía que envolver a su especie en el conflicto de los hermanos Amery, era una muerte segura, pero también estaba al tanto de que si Laurent moría, lo que se avecinaría después iba a ser mucho peor. 

No paraba de pensar qué decisión tomar que beneficie a su grupo, perdería a un gran número de integrantes e incluso es posible que todos murieran pero si lograban sobrevivir y Laurent también, las cosas podrían ser mejor o permanecer intactas.

—¡Cállense todos!

El lugar se inundo de silencio total, todos dirigieron la mirada hacia Esther, temiendo de sus propias palabras y decisiones.

—Muchos de ustedes no están al tanto de lo que está sucediendo o tal vez no lo comprendan totalmente. La cosa es que escondernos aquí no servirá de mucho, por más que pienso en una solución que nos permita tener una vida tranquila y mantenernos al margen, no hay muchas opciones. 

Algunos pueden imaginarse lo que Esther está diciendo, les asusta porque al ser ella el alfa de la manada, deberán obedecerla aún en contra de su voluntad. 

—Tenemos que pelear... 

—Eso es una locura, esa batalla ha estado perdida desde el principio, por qué lo haríamos —la mezcla de voces se envolvían entre pánico y alerta.