Mi Antigua Vida (TRILOGÍA FAMILIA REAL)

CAPÍTULO 8: El beso.

Nicolás, Silas y yo nos dirigimos al hospital para que pudieran revisar la herida de Nico y confirmar que realmente no era algo grave, únicamente resultó ser que necesita un par de puntadas y mamá podría ayudarnos con eso.

Llamé en repetidas veces al celular de Alex para informarle que tuve que irme y que lo vería en el hospital, así en cuanto nuestra madre terminara su turno, podríamos irnos los tres juntos a casa. Durante el camino todos guardamos silencio, nadie se atrevía a preguntar al otro las inquietudes que rondaban por nuestras mentes, porque aunque era claro que desde que llegué al pueblo no comprendía absolutamente nada de todos los acontecimientos que se presentaban, contrario a ellos, sospechaba que guardaban un secreto y lo último que deseaban era dar algún tipo de explicación.

En el cuello de Silas quedaron las marcas del cable de los audífonos, Nico me contó que aquel tipo, respondía al nombre de Víctor y era el más interesado en saber lo que había hablado con Silas durante el receso. 

Pero por qué el interés, qué es lo que deseaba escuchar.

—No sabía que tenías familia aquí Laurent —se animó Silas a preguntar. 

—Créeme, ni siquiera yo lo sabía —contesté con indiferencia.

—¿Son parientes tuyos o algo así? —me cuestionó Nico mirando a través del espejo retrovisor.

—De verdad no lo sé, hasta hace unos días vivía en la playa y mi única familia era mi madre, mi hermano Alex y... —hice una pausa antes de pronunciar el último nombre que me faltaba—. Mi padre Hugo.

—¿Él no vino con ustedes? No lo vi la noche que nos conocimos.

—No, en realidad no tenemos idea de dónde pueda estar.

Nos acercábamos al desvío donde se encuentra la mansión de la familia Bridge, Silas me observó un momento y después enfocó la mirada hacia la majestuosa casa.

—Él te llamó Laurent Amery —exclamó Silas sin quitar la vista del frente. 

—¿Qué?

—Víctor, él dijo "Bienvenida a casa Laurent Amery".

—¿Y? —Nicolás seguía observándome a través del espejo levantando ambas cejas.

—Mi abuela me contó que la mansión donde reside la familia Bridge no es de ellos, pertenecía a una familia muy antigua y muy poderosa que respondían al apellido "Amery", de hecho esa casa es conocida como "Mansión Amery" tiene una letra A gigante en la entrada —Silas se notaba inquieto mientras conducía y tengo el presentimiento de que Nicolás sabe más de lo que nosotros nos podíamos imaginar.

—¿Te suena familiar algo Laurent? —me interroga Silas.

—No realmente. Tú saliste un tiempo con Mia Bridge ¿no es así?

—Sí, algo así.

—¿Algo así? Fueron pareja, toda la escuela lo sabía —comenté molesta. 

—Sí, eso aparentábamos, más bien pensaba que ella me vigilaba.

—¿De qué hablas? 

Silas frenó de golpe en la entrada del hospital y ayudó a Nicolás a bajar con lentitud. Mamá ya nos esperaba en el área de emergencias con un equipo de sutura, nos sugirió a Silas y a mí aguardar en la sala de espera en lo que atendía a Nico y se aseguraba de que no se tratara de una lesión grave.

—¿Te gustaría que te trajera un café? —me preguntó. 

—Estoy bien. ¿Tú cómo te sientes con la herida de tu cuello?