CAPÍTULO 12: La verdad detrás de la familia.

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Podía percibir que el corazón del señor Tomás latía con fuerza, como si temiera contar dichas historias, que aunque él también lo negara, en el fondo sé que piensa que son ciertas. 

—Bien, entonces empiezo por el principio; se decía que cuando este pueblo se formó desde sus raíces únicamente existían tres familias, muy poderosas pero no me malinterprete cuando me refiero a poder, no se trataba de dinero o alcurnia sino desde el término literal, ellos poseían dones.

—¿Dones?

—Hechicería, Transformación e Inmortalidad —contesta. 

—Hoy en la actualidad los descendientes de esas familias continúan viviendo aquí y han desmentido todas esas historias, bueno a excepción de una que hace poco menos de un siglo que no se supo con exactitud qué sucedió con ella.

 —Suena interesante —añadí. 

—Se decía que la familia Zus poseían el don de la Transformación, en bestias con forma de animal, más específico en lobos; su linaje tenía el deber de proteger a las otras dos familias.
Los Bonet se encargaban de la Hechicería y la magia, su obligación era servir a la familia líder, aunque al día de hoy solo queda vivo un descendiente Bonet. Hace unos cuantos años todos los integrantes fueron encontrados muertos en diferentes partes del mundo y recientemente hubo una pérdida bastante triste para todos los habitantes —las manos temblorosas del señor Echaiz delataba su estrés mientras narraba los detalles.

—¿Una pérdida reciente? —le pregunto con descarada curiosidad.

—La señora Matilda Bonet se suicidó en febrero.

—¿Matilda Bonet? ¿La abuela de Silas? —lo interrumpo. 

—Silas es el único descendiente con vida del apellido Bonet y cuando su abuela murió, se dijo que el chico incendió la casa donde vivían pero tampoco se pudo comprobar nada debido a que jamás se encontró una causa o prueba de que el incendio fuera provocado, ni siquiera que haya sido un accidente.

Permanezco en silencio, escuchando atentamente continuar al señor Echaiz.

—Yo conocía a sus padres de ese muchacho y también a él desde que era un niño. En ningún momento vi que tuviera problemas en la escuela o con los demás niños sino todo lo contrario, no obstante escuché que desde la muerte de la señora Matilda él cambió radicalmente.

—¿Cuál es el tercer linaje?

El señor Echaiz me lanza una mirada perpleja antes de mencionar a la tercera familia, las gotas de sudor se asomaban sobre su extendida y pálida frente, tenía las pupilas dilatadas y los labios resecos. 

—La familia Amery, era el linaje líder, los otros dos debían servirles y protegerlos a como diera lugar. A ellos se les había concedido el don de la Inmortalidad, se decía que eran criaturas nocturnas con forma humana, si bien no poseían cualidades o una pizca de sentimientos humanos, eran asesinos por naturaleza, depredadores de cualquier hombre o mujer que se aventurara a acercarse a la mansión Amery o sus terrenos en el bosque.

—¿Por qué dice que no se ha sabido sobre ellos en casi un siglo?

—Mi bisabuelo me comentó una vez que estuvo frente a uno de los integrantes que vivía en la mansión y que tuvo mucha suerte de salir con vida. Me aconsejó que nunca me atreviera siquiera a asomarme y no me explicó el porqué. 

Podía notar un ligero temor en las piernas inquietas del hombre.

—La mansión desde hace siglos está llena de riqueza, únicamente se les permitía la entrada a pocos integrantes de los demás linajes y justo como antes le mencionaba era para servirles a los dueños de la casa. Además de ellos, varios hombres e incluso mujeres entraron pero jamás salieron —el señor Tomás hizo una pequeña pausa para darle un trago a su vaso con agua y recordar la historia completa—. Pero aunque eran una familia, únicamente se acataban las órdenes de la mujer.

—¿La mujer? ¿Cuál mujer?

—En la mansión habitaban bastantes personas, incluyendo a los dueños de la propiedad. Entre los residentes, había una mujer especial. 

—¿Entonces sospecha que ella era quien emitía las órdenes y el resto debía obedecerla?

—Así es pero no únicamente de su linaje, mi bisabuelo sospechaba que incluso lideraba a las familias restantes. Llegó a mencionar que fue una mujer realmente bella, si bien lo que más la distinguía era el poder que tenía sobre otros, fría y autoritaria, también fue justa y respetuosa en algunas ocasiones, desbordaba pasiones en cualquiera que la conociera.

—¿Sigue viva?

—Desapareció y nunca más se volvió a saber sobre ella.

—¿Qué sucedió con los demás integrantes? ¿Entonces la familia Bridge pertenecen a los Amery? ¿Tienen alguna relación?

—No en realidad, los Amery eran cuatro, contando a la mujer.

—Dos varones y los gemelos. Aquella mujer especial que vivía en la mansión, tenía un hermano gemelo y hasta dónde sé fueron los únicos y auténticos Amery. 

—¿Su bisabuelo conoció a los cuatro?

—No, solo a la chica y una vez mencionó a un hombre asiático que también era parte de la familia Amery. Eso quiere decir, que solamente conoció a dos de los cuatro hermanos; todo el pueblo que nació, creció y permaneció aquí conoce sobre estas historias.

—¿Qué hay de Silas Bonet? 

—¿Qué pasa con el joven Silas? —añade confundido. 

—¿Qué hay sobre su familia?

—Desde mi punto de vista, el muchacho pagará las consecuencias que le dejó su apellido.

—¿De qué está hablando?

—Los Bonet detestaban a los Amery, se había corrido un rumor de que justamente la abuela de Silas fue una de las responsables de la desaparición de la mujer Amery —Tomás me miró con mayor atención y precisión, aparentando saber algo más y no atreverse a decirlo.

—¿Tiene algo qué decirme? —intercedo bruscamente.

—Los Bridge llegaron al pueblo y un año después Matilda Bonet se suicidó. Si me lo pregunta, la familia Bridge y Amery tienen más relación de la que quieren admitir.

Observé el reloj que está a punto de dar las tres de la tarde, pude notar en la expresión corporal del señor Echaiz que ya quería irse, se notaba intranquilo y pálido, sus piernas no paraban de moverse y tenía los dedos ensangrentados de tanto rascarse. 

—Tengo una pregunta más...

—La escucho señorita Laurent.

—Es evidente que en el linaje Zus se transformaban en lobos, los Bonet eran una especie de hechiceros o brujos, entonces ¿qué eran los Amery realmete?

—Vampiros. 

Suelta de golpe el señor Echaiz como si no lo soportara más. 

—Decían que eran vampiros. 

Mi Antigua Vida (TRILOGÍA FAMILIA REAL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora