01:55 horas de la madrugada.
Todos duermen, el lugar entero se encuentra en silencio, únicamente se puede percibir el grillar y las ligeras gotas de lluvia golpeando las hojas de los árboles.
La casa se ilumina de vez en cuando por los relámpagos, no hacen ruido, solo entran por las ventanas y rompen la absoluta oscuridad.
Emprendo mi camino con los pies descalzos, sé a dónde se encuentra el risco, el mismo en el que vi a Dorian morir y del que segundos más tarde se convertiría en mi tumba.
Matilda Bonet escribió en la carta que vinculó su vida a la mía para que mientras ella estuviera viva, yo me mantuviera atrapada siendo humana, eso explica el rayo de luz que conectaba su corazón con el mío en la noche del ataque. Mencionó también que la fase final que debo completar para recuperar mi antigua vida, es morir en el mismo lugar donde el hechizo se activó, el risco.
Al acercarme a la puerta principal, alcanzo a oír la respiración de Silas, quien duerme profundamente en el sofá de la sala para que yo pudiera descansar en su habitación, lo sé porque reconozco el olor de su perfume, el cual está esparcido por todo su cuarto.
Me aproximo hasta el sofá y siento una vibra muy extraña emanando de él; admiro su rostro y sus brazos marcados por unas raras líneas de color negro.
En lo único que puedo pensar es en que él, es lo que más amó Matilda en la vida además de su hija. Siento rabia al darme cuenta de que ella sí pudo mantener a la persona que más quiso a salvo, a pesar de todo, me arruinó para que su familia pudiera conseguir lo que quería.
Me pongo en cuclillas acercándome a su rostro dormido e intentó pensar en todas las razones posibles para ayudarlo y ninguna me es lo suficientemente convincente.
—Así que tú fuiste la redención de tu abuela. El motivo por el cual recurrió a su última opción, de quitarse la vida para que yo pudiera regresar y protegerte; —susurro cerca de sus apetitosos labios— Silas Bonet, el protegido.
Se siente mucho calor conforme se permanece cerca de él.
—Qué decepción. Por ahora me conviene que estés de mi lado en lo que descubro la famosa arma que escondía tu familia, pero llegará el día en que seas inservible para mí y tarde o temprano me desharé de ti.
Me levanto muy despacio y minutos más tarde salgo apresuradamente de la casa.
Comienzo a correr a una velocidad impresionante hasta el risco del bosque, la lluvia se hace más pesada y ahora el cielo retumba y se ilumina con vigor.
El pueblo entero de Arlom es magia pura, cientos de generaciones Bonet y Zus han pisado sus tierras.
Mi linaje ha sido el primero y auténtico desde hace cientos de años. Los cuatro nacimos aquí, por lo que nuestra magia jamás se heredó, permanece dentro de nosotros y este lugar lo respeta; es cierto que no fuimos los primeros en llegar pero siempre fuimos los mejores y eso fue algo con lo que ninguna de las otras dos familias pudo lidiar.
Mi hermano y yo hemos peleado desde que éramos pequeños y cuando crecimos la enemistad se fortaleció pero a pesar de ello nunca imaginé que cruzaría los límites asesinando a Dorian frente a mí, cualquier criatura conocía ese límite porque justo como se lo recalqué a Vincent esa noche; —ya no me queda nada más que me importe en este mundo— una criatura tan peligrosa como yo, que ya no tiene nada que perder desconoce su propia maldad.
Mi cabello, todo mi cuerpo y mi ropa escurren agua, la lluvia se vuelve más densa y los pocos recuerdos que aún no aparecía en mi memoria, llegan de golpe, en tanto escucho voces por todas partes.
ESTÁS LEYENDO
Mi Antigua Vida (TRILOGÍA FAMILIA REAL)
Teen Fiction1ER. LIBRO DE LA TRILOGÍA "FAMILIA REAL" "Existen dos cosas de las cuales jamás se podrá escapar: el pasado y la verdad". Fueron mis últimas palabras antes de arrojarme hacia mi muerte infalible. Hasta hace seis meses Laurent tenía una vida consider...