CAPÍTULO 35: A flor de piel.

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CINCO DÍAS ANTES DEL ENFRENTAMIENTO. 

Las cosas se complicaban con el transcurso de los días, desde que Julio pasó a formar parte de mis aliados se encargaba de mantener el orden y el control de todo lo me rodeaba, es un hombre sumamente organizado y obsesivo, él mantenía a flote todo aquello que yo no podía, así que el hacerme cargo de todo ha sido una tarea difícil luego de estar tanto tiempo alejada. 

Esther se negaba a hablar conmigo debido al último incidente que ocasioné antes de viajar a Brasil, por lo que Silas y yo nos hemos encargado de investigar por nuestra cuenta alguna pista sobre el paradero del arma Bonet. Aunque Esther no se sentía lista para hablar conmigo al respecto, accedió a que mis aliados y yo nos quedáramos en el refugio por lo menos hasta que recupere la mansión Amery. 

Con el paso de los días, nuestras reservas de sangre se agotaban y mis aliados comenzaban a ponerse nerviosos con la situación. 

Mi hermano Young soo se notaba cada vez más ausente, dejó de beber y pasaba la mayor parte del tiempo, perdido, sentado frente a una gran ventana que apuntaba en dirección al mar. No hablaba conmigo, ni siquiera me dirigía la mirada, por lo que fue sencillo mantenerlo fuera de mis planes, luego de mis últimas conversaciones con Julio. 

Respecto a Julio, parece que está vez no mentía sobre que quería alejarse de mí definitivamente; hace cuatro días que no tengo ninguna noticia o novedad sobre él. 

Amelia y Alexander me notificaron que encontraron a una vieja bruja en Brasil que podría ayudarnos con la historia familiar de los Bonet, en vista de que Silas no posee ningún tipo de conocimiento de la magia que precede a su familia, la búsqueda del arma se entorpecía y retrasaba cada vez más. 

Me informaron que los vigilantes prófugos de Vincent ya no eran un problema, luego de una persecución en Rio de Janeiro, lograron capturarlos y asesinarlos antes de que lograran ponerse en contacto con mi hermano. Por lo que Amelia, Alexander y Roberta volaron de regreso a Arlom hoy por la mañana y llegarían al anochecer con más reservas de sangre. 

Nadie podía creer que Julio se había marchado, no se imaginaban qué pudo ocasionar que después de siglos finalmente haya decidido irse a costa de la situación tan dificultosa en la que nos encontrábamos pero como era de esperarse nadie era tan valiente para preguntar. 

Me aproximo al sofá en el que Silas duerme y abro la pequeña maleta que Julio trajo para mí, es ropa. Él me conocía mejor que nadie, incluyendo mi estilo de ropa; tomó unos jeans negros, con un suéter gris con cuello de tortuga y unas botas de color gris adornadas con hebillas pequeñas que sobresalen por los costados. 

Subo a darme una ducha de agua fría y al terminar no puedo evitar mirar mi reflejo en el espejo, de verdad hay una diferencia notoria; mis ojos lucen más grandes y oscuros, mi cara es más delgada y mis labios están resecos por la sed, deje de alimentarme después de que Julio se fue, no tengo buen apetito desde aquél día. 

Puedo permanecer hasta un mes sin recibir sangre pero existe el riesgo de que cuando me alimente de nuevo me descontrole y sin darme cuenta termine con la vida de una gran cantidad de personas. 

Hay algo que aún me tiene desconcertada desde que llegué, y es que al estar cerca de Silas me siento más sedienta de lo normal, lo cual es extraño ya que sin importar cuánto tiempo lleve sin beber sangre, no debería tener apetito cerca de criaturas mágicas puesto que no son humanas.

Silas se esfuerza demasiado por controlar por lo menos una diminuta porción de su energía pero sus intentos han sido en vano, cuando lo veo intentándolo puedo notar la desilusión y desesperanza desprendiéndose de él. Sus ojos han cambiando y se tornaron de color dorado brillante, las venas de sus brazos se remarcaron de negro con dorado y ya casi no come ni duerme, su aspecto se está deteriorando con cada día que pasa, tiene ojeras debajo de sus ojos, su rostro palideció y se percibe más delgado. 

Mi Antigua Vida (TRILOGÍA FAMILIA REAL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora