2. Pretty please

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Ai se quedó petrificada, estaba entrando en la casa de Zico, habían fotos de su familia, cuadros, figuras de Hello Kitty. Un sinfín de cosas que le hacía confirmar que era la casa de él. No podía creerlo, "¿cuánto tiempo llevaba él allí? ¿se mudó antes que yo? ¿porqué nunca lo había visto?". Muchas preguntas la inundaban deseando salir de sus labios, pero sin embargo no podía articular palabra.

Siguió a Zico hasta el salón y se sentó a en el sofá que él le indicó. No comprendía nada, su corazón seguía encogido de tanto llorar y le latía con mucha rapidez de los nervios. Ella sabía que Zico estaba incómodo a su lado y no comprendía porque la había traído hasta su casa en vez de dejarla ir a su piso o preguntarle cual era su piso para dejarla ir y así dejar de verla, pero en realidad ella no conocía los verdaderos sentimientos de Zico.

Esté se sentó frente a ella de nuevo, como solía hacer siempre que ella se sentía mal o estaba triste. Agarró la mano de ella y comenzó a masajearla con suavidad.

- Se que crees que sabes lo que ha pasado antes, se que crees que estoy incómodo contigo, pero estas equivocada. -Comenzó a decir mirando la mano de ella, él no tenía el valor de mirarla a la cara, no creía merecerlo-. Siento si te he hecho pensar eso, estaba muy feliz hablando normal contigo en el coche, pero cuando he visto que vivíamos en el mismo edificio me ha maldecido a mi mismo por dentro, he dudado si decírtelo o no, he sentido miedo de que huyeras de nuevo si descubrías que era tu vecino y por eso he estado así, de verdad lo siento.

- ¿Por qué huiría? Ahora trabajamos juntos y me gusta mi piso, he tardado mucho en encontrar un piso así que nos guste a todas. -No voy a huir más de ti, si no quiero verte siempre puedo evitarte, ya somos adultos.

- No tienes ni idea de la de tiempo que llevo buscándote, sólo para saber si estas bien, no conseguía encontrarte por ningún lado, nadie me decía dónde trabajabas o dónde vivías, y al ver que te he tenido tan cerca este último año y que nunca te he visto...

- ¿Cuánto llevas aquí?

- Un año y medio. -La voz de Zico sonaba frustrada-. Este es mi lugar secreto, el sitio al que vengo cuando quiero paz, el piso que nadie conoce.

Ai observó el lugar, estaba lleno de cuadros y fotos importantes para Zico, sus padres, dibujos de su infancia, fotos de los conciertos, algunas con los miembros del grupo... Pero una en particular llamó su atención. En ella no salía él, era una chica con un vestido blanco, muy sonriente mostrando a la cámara un anillo, parecía feliz y le costó mucho reconocerse en esa foto, pero lo hizo, era ella el día que cumplieron 1000 días juntos, justo unas semanas antes de romper.

El rostro de ella se tornó blanco y las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos de nuevo. Zico siguió la mirada de ella hasta la foto y acercó su mano al rostro de ella para limpiar sus lágrimas.

- Se que crees que yo no te quería, pero nada más lejos de la realidad, nunca he dejado de quererte y el día que saqué esa foto, fue el día más feliz de mi vida.

- Por favor, no me hagas esto, porque para mi ha sido muy difícil aprender a estar sin ti.

- Te prometo que no voy a ponerte las cosas difíciles, sólo no quiero volver a perderte, déjame al menos quedarme a tu lado como amigo o como compañero de trabajo, con eso me conformo. -Zico agachó la cabeza y ella acercó su mano a la cabeza de él acariciando suavemente los cabellos de este-.

- No voy a volver a alejarte, una vez fuimos amigos y creo que podemos volver a serlo.

Cuando por fin Ai, consiguió dejar de llorar Zico la acompañó hasta la puerta de su casa, por un lado aún se sentía rara por la situación de tratar de llevarse bien con el exnovio que ella había creído durante tanto tiempo como el malo, pero por otro lado se sentía liberada, sentía que todo el odio que había guardado hacía él había desaparecido, tal vez ahora podría llegar a ser feliz con alguien.

KOZ: Te encontraré.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora