26. Chasing that feeling

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Tina salió de la casa de los vecinos en dirección a su clase, una vez que llegó al sitio que le habían dicho, allí estaba Mingi, no había hablado con él desde que habían discutido por los celos absurdos del chico, no entendía que era tan urgente que no pudiera esperar a la clase del día siguiente. Estaba parado frente a una puerta y fue hacia él.

- ¿Qué es tan urgente para tener que dar la clase hoy?

- El otro día no me diste clase y quería recuperar el tiempo perdido.

- Mingi, soy una profesora seria, me tomo muy en serio mi trabajo, no soy una de tus fans con las que puedes jugar y hacer lo que te venga en gana. -Tina sonaba muy irritada, este chico pensaba que ella estaba a su entera disposición-. Se que hemos hecho cosas que no son muy profesionales por mi parte y está mal, pero eso no te da derecho a jugar conmigo.

- Tina, lo sé, pero déjame compensarte el error que cometí el otro día. -Abrió la puerta y la hizo pasar. Dentro había una mesa con velas, dos platos con sus respetivos cubiertos y un par de vasos de vino. La habitación era muy grande y estaba lleva de globos rojos y rosas por todas partes. Al fondo se podía ver una cama recubierta por pétalos de rosas, todo era muy romántico y aunque a la chica le parecía muy tierno, porque se había tomado muchas molestias por hacerla sentir bien-. Se que el otro día la cagué bien y sé que no debí enfadarme, así que he dedido hacer esto para compenserte.

- No tenias que hacer algo así ya se me había pasado el enfado, aunque ahora parecía enfadada, pero es por que me has llamado en medio de una quedada con unos amigos y estaba irritada por eso, pero gracias por todo esto. -Se acercó a darle un abrazo al más alto-.

- Merece la pena solo por esto. -Se acercó a los labios de ella dejando un cálido beso, algo nuevo para ella, pues estaba acostumbrada a que el chico la besara con pasión, pero le gustaba ver otras facetas de él-.

- Quiero ver el resto. -Tina se fue andando hasta el otro lado de la habitación, sentándose en la cama y mirando a Mingi mientras golpeaba la cama con suavidad-. Ven aquí.

El chico sonrió mordiendo su labio inferior, se sentó al lado de la chica pero sin dejar espacio entre ellos, pasó su brazo por la cintura de ella atrayéndolo todo lo que pudo a él y comenzó a besarla de la manera que ella estaba acostumbrada a sentir. Ella comenzó a desnudar al chico, dejando ver su perfilado abdomen, no estaba exageradamente marcado pero se podía ver la tableta de manera disimulada. Con la yema de sus dedos acarició estos mientras sus labios seguían bailando sin freno pasando sus brazos a la espalda uniéndose a él en un abrazo que iba más allá del abrazo, tanto que al final se confundían sus contornos, tanto que su carne desaparecía, tanto que perdían la respiración devorados ella.

Y cuando sintió una mano que se deslizaba por entre las bragas bordadas de encaje, justo para desnudar sus riñones con precisión, la idea que se le vino a la cabeza es que estaba muy contenta de haber decidió dejar a sus amigas en la casa de los vecino e ir en busca de Mingi.

Su respiración estaba tan agitada que a veces le costaba respirar, pero se sentía en las nubes cada vez que el chico la tocaba, pero notó como sus labios se separaban de ella bajando por su cuerpo casi desnudo, sólo quedaba su ropa interior puesta, de la cual el chico se estaba encargando de quitar mientras sus labios seguían bajando hasta la parte baja de ella, sintiendo como el chico paseaba su lengua por ella.

- Mingi... -El cuerpo de la chica se encorvó mientras él la miraba desde abajo con su sonrisa más pícara-.

- Disfruta. -El chico siguió empleándose con ella mientras ella le hacía caso y cerraba los ojos para disfrutar-.

KOZ: Te encontraré.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora