Ainara sabía que el tiempo que le había pedido a Zico se estaba agotando y no sabía por donde saldría Zico, aunque si que tenía claro que la iba a rechazar de nuevo, ella lo último que quería era perderlo para siempre, muy dentro de ella la posibilidad de volver, con quien ella consideraba su media naranja, era algo que no descartaba, pero al parecer Zico ya la había descartado, sólo le había pedido tiempo para asimilarlo, era cuestión de horas que él la rechazara definitivamente. Tenía un miedo atroz de perderlo por completo por culpa de su insistencia, ¿tal vez se había convertido en ese tipo de persona que tanto odiaba? Ese tipo de persona que no es capaz de distinguir la fina línea que separa la lucha por el amor de la toxicidad. Tal vez Zico llevaba razón y por lo que ella tanto luchaba era algo que no podía volver, porque el Hombre del que ella se enamoró perdidamente ya no existía y se quedó atrás cuando lo dejaron por primera vez. Ella lo único que tenía realmente claro es que seguía enamorada de él, incluso después de todo lo que había pasado, incluso después de verle con otra chica.
No paraba de pensar en Namjoon a pesar de todo lo que estaba pasando con Zico, tenía que contárselo a él antes de ir a intentar recuperar al amor de su vida.
Bajó a la calle y cogió un taxi hasta la casa del menor, sabía que aunque ellos no tenían nada serio lo correcto era decirle al chico lo que estaba pasando con Zico. Subió hasta el piso de este, llamó a la puerta y respiró honde antes de ver a Namjoon delante de ella mostrando su hermosa sonrisa.
- ¿Habíamos quedado?
- No, necesito hablar contigo.
- Pues pasa. -Nam la agarró del brazo tirando suavemente de ella, la posicionó contra la pared mientras con la mano que le quedaba libre cerraba la puerta quedando solo unos centímetros entre ellos.
- Yo... he venido para hablarte de cosas.
- Bueno, podemos hablar después de terminar esto.
Namjoon colocó la mano que tenia libre en la cintura de ella pegándola a él para, sus caras estaban a escasos centímetros, el corazón de Ainara latía a mil por hora, hasta que el chico juntó por fin sus labios a los de ella y sin darse cuenta Ai estaba rodeando el cuello del menor con sus brazos mientras él la empujaba contra la pared, bajó sus manos hasta el trasero de la chica para alzarla, haciendo que ella enroscara sus piernas en la cintura del chico.
- No... Nam no... - La chica frenó y hundió su cara en el cuello del chico tratando de que su corazón frenara el ritmo, no era capaz de entender lo que Namjoon provocaba en ella-. He venido porque quería que supieras que Zico y yo hablamos anoche.
- Cuéntame.
El chico escuchó atentamente la explicación de ella sin sontarla, la había llevado hasta el sofá pero sin soltarse ni un milímetro de ella. Acariciaba su espalda con ternura mientras escuchaba como ella quería luchar por Zico.
- Esta ya es la definitiva, de aquí o volvemos o se acabó para siempre, pero necesitaba intentarlo por ultima vez. -Airana sacó la cara del cuello del chico para mirarlo a los ojos, estaba sereno y al mirarla a ella no cambiaba el semblante, solo la miraba como siempre.
- No somos nada serio, así que no puedo enfadarme por lo que has hecho, lo comprendo, porque yo pienso hacer lo mismo. – Llevó su mano a la mejilla de ella-. Ai, te quiero, llevó loco por ti mas tiempo del que puedo recordar, y vuelvas con Zico o no, pienso luchar por ti.
- Nam..
- No, mira lo que somos, mira como estamos, no solo yo tengo el corazón a mil, escucho latir tu corazón desde aquí, lo que sentimos el uno por el otro no se puede negar, te quiero y no voy a renunciar a ti. – acercó nuevamente sus labios a los de ella besándola como pocas veces ella había sentido, haciendo que cada milímetro de su piel se erizara, bajando después hasta su cuello haciendo que suaves gemidos se escaparan de sus labios-. Ves, esto es real.
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KOZ: Te encontraré.
FanfictionTres amigas viven juntas en un acogedor piso del centro de Seúl. Ainara, Tina y Sirina. Viven una vida normal, aunque dos de ellas trabajan en una empresa grande de entretenimiento. Zico y Ainara estuvieron muy enamorados hace muchos años, hasta qu...