Keiroru el presumido.

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Tras la presentación física de Zet, aquel brillo que había hecho al principio desaparece y deja ver completamente a aquel hombre de gran tamaño y de un porte algo omnipotente, aunque, su presencia no era totalmente física, era más que nada espiritual pero se le podría ver con suma facilidad, al menos para Keiroru, aquel joven mira con asombro al sujeto que se ha presentado, titubea un poco, incluso se talla los ojos con sus puños en un intento de confirmar si aquello era real o no, pero para su sorpresa, era real al 100%, tragaría algo de saliva y aclara su garganta.

-       Keiroru: Creo que estoy soñando.

-       Zet: Te equivocas chico, no estas soñando y créeme, yo también desearía que fuese un sueño pero por desgracia no es así.

-       Keiroru: Entonces, ¿Qué es lo que quieres de mí?

-       Zet: Realmente nada, solo me presentaba contigo, humano, ya que tal parece que vos y yo compartiremos existencia de ahora en adelante.

-       Keiroru: Com… ¿¡COMPARTIR EXISTENCIA!? ¿De qué estás hablando demente?

Aquellas últimas palabras alteraron un poco al Vairant, ya que este cierra los ojos y baja la cabeza un poco, haría su mano derecha en puño pues se notaría claro su enojo, para él aquello era un insulto, un simple humano le está hablando como le place.

-       Zet: Demente… ¿Escuche bien? ¿Me has llamado demente? ¡Deberías tener respeto hacia mí! ¡Yo soy Zet, el gobernante de la zona norte de Vailak! ¡El Vairant más fuerte que pueda existir!

-       Keiroru: Ay si, ya te escuche, pero no me grites, tu voz es estresante, bueno, dejando eso de lado… ¿Qué haces aquí y para que estas aquí?

-       Zet: Es una larga historia, niño, resumiendo todo, yo estoy contigo desde tu nacimiento, en mi mundo ocurrió cierta traición y por eso fuimos enviados aquí, simplemente deseo volver y creo que te necesito para lograrlo, por mi cuenta no puedo hacer nada, así que seremos un equipo.

-       Keiroru: ¿Y si me niego a hacerlo?

-       Zet: Si te niegas, no dejaré que utilices mi poder, es decir, no podrás golpear a más chicos como lo hiciste hace un rato, tú decídelo.

-       Keiroru: ¿Fue gracias a vos? ¡Oh! ¡Quiero tus poderes!

-       Zet: Entonces, ¿lo aceptas? Si me ayudas a volver y a encontrar a los demás, te prometo que te dejaré usar mis poderes y una vez que acabemos no me volverás a ver nunca más.

-       Keiroru: Usar tus poderes, eso me gusta, entonces, acepto, ¿Qué debo hacer para ayudarte?

-       Zet: Encontrar a los demás, por mi cuenta no puedo, ya que debo estar unido a vos.

-       Keiroru: Y... ¿Cómo hago yo para encontrar a tus amigos?

El Vairant aclara la garganta y lentamente se sienta en el suelo cruzando sus piernas y a su vez sus brazos, baja la cabeza, cierra sus azules orbes mientras pensaba en que respuesta darle al joven humano, por su parte, Keiroru lentamente se acerca para mirarle mejor, aún no puede creer lo que está viendo, aquello parecía un sueño y una gran locura, el tener poderes se hace en una fantasía hecha realidad para un joven de su edad.

-       Keiroru: ¿Y bien?

Lleva su puño derecho a la altura de su boca para luego toser un par de veces, volvería a cruzarse de brazos y voltea hacia un lado mientras mira de reojo al joven.

-       Zet: No tengo ni la más mínima idea.

-       Keiroru: ¿¡AH!? ¿No tienes idea? Entonces, ¿cómo pretendes que te ayude si no sabes?

ZYXS (prueba)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora