¡A trabajar en equipo!

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Todo aquello era una locura, la tensión, el miedo, la frustración, tantas emociones que presionan a tan jóvenes chicos puede ser una tortura, todo se resumía en una sola cosa: luchar o morir, Anyel solo quería regresar a casa sin dejar a nadie atrás, tenía miedo, quizá mucho más que los otros y sabía que quedarse con los brazos cruzados no era una opción para cumplir con aquello, aunque solo haya peleado una vez y casi muera en el intento, él no podía quedarse con la idea de solo irse.

Corrió lo más rápido que pudo en su estado normal, guiado por algunas ramas rotas y árboles marcados con garras o impactos de golpes, parecía que la lucha era feroz debido a que no encontraba a Hanary y ya habían avanzado mucho en la pelea.

Al mismo tiempo pero cerca de la choza, estaba Erison peleando contra su oponente, los golpes eran feroces, aquel gran chico no se andaba con rodeos, iban solo con la idea de ganar e irse con calma cómo siempre lo ha hecho, los golpes van y vienen, siempre intentando esquivar las filosas garras de Okúmo, los golpes retumbaban en el lugar, los árboles crujían, las copas se meneaban a un ritmo acelerado tras cada golpe dado, buscaba golpear siempre: rostro, pecho, hombros y piernas, estas últimas para intentar derribar a su adversario, este respondía de igual manera, golpe tras golpe, embestidas, patadas y demás, en un momento dado, Erison logra dar un golpe certero en el centro del pecho de Okúmo, haciendo que este se golpeara contra un gran árbol, el cual solo se menea un poco pero no cae ante el fuerte impacto del espíritu.

- Okúmo: No lo haces nada mal, puedo notar que eres un ser desconocido para mí, no conocía a un demonio con tanta fuerza y siendo tan pequeño.

- Erison: Ya te dije que solo soy un humano, el poder que poseo me lo presto un amigo.

- Okúmo: ¿Un pacto quizá?

- Erison: Nada que te importe.

Okúmo solo mostró una sonrisa ladina y Erison le responde de la misma manera mientras limpiaba la comisura derecha de sus labios, su ropa se encontraba rasgada y sus brazos tenían algunos raspones, respiraba agitado y algo exhausto, aunque no quisiera admitirlo, aquel ser no era parecido contra los que ya había peleado, tenía una teoría, entre más poder expongan, recibirán atención de monstruos más poderosos, pero daba igual, Erison no tenía planeado retroceder y mucho menos perder la pelea.

En las cercanías de donde ocurría esa batalla, se podían escuchar otros estruendos y golpes, eran Hanary y Ákuma peleando al mismo nivel, a diferencia de Erison, Hanary tenía cierta ventaja al poseer uno de los cuatro Vairant líderes, los cuales tienen un mayor poder y más habilidades que un general, la pelea entre aquellas dos era con mayor movilidad ya que se mantenían en el aire y por ello le era complicado a Anyel alcanzarles, además de que este no ha accedido al poder de su Vairant, en cuanto a Keiroru, desvió su camino hacia la choza directamente para ir en busca de Erison, quien fue el primero en defenderlos y Jasuke le sigue ya que era el amigo que tenía más cerca, para Keiroru cambiar no fue nada complicado, ni siquiera se detuvo, simplemente tomó aquella apariencia con cabello rubio y ojos celestes, a Jasuke le costó un poco más, ya que se detuvo para hacer el cambio y seguir a Keiroru luego de ello.

Anyel finalmente había encontrado a Hanary aunque fue detenido por una fuerte corriente de viento provocado por ella, era tan fuerte que le hizo retroceder un poco, él solo se intentó proteger con sus brazos en el rostro para evitar la tierra y polvo que se levantaba ante las ráfagas de viento, esto opacaba su visibilidad, al momento de retirar sus brazos de su rostro, elevó la mirada y lo primero que visualiza es a su amiga Hanary yendo a toda velocidad en su dirección, ella había sido golpeada por Ákuma y fue enviada a volar contra Anyel, este se quedó inmóvil debido a la sorpresa de verla recibir un golpe cómo aquel, olvidó por completo que debía detenerla o solo no meterse en su camino, el cuerpo de Hanary arrastra a Anyel, quien se encontraba en su estado normal, volaron por unos quince metros hasta estrellarse contra el tronco de un árbol, quien recibió todo el golpe fue Anyel, amortiguando el impacto de Hanary contra el árbol, ella reacciona al poco tiempo de haberse golpeado contra Anyel, pero este se encontraba aturdido y a miles costos movió sus brazos para tocar su cabeza con la zurda y apoyarse con la diestra al suelo.

ZYXS (prueba)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora