Solo tú ~GaaLee~

Capítulo 23.

-Tonto, no puedes mencionar todos mis defectos y luego poner esa carita hermosa, me confundes.

Tenji se acercó a él y lo besó.

-Me han gustado chicas, un montón, pero tu... tu me vuelves loco mujer.

Ella sonrió y bajó a su altura para besarlo otra vez, el tomó su pequeña cintura y la pegó más a su cuerpo.

-Mañana es el cumpleaños de mi madre, y quisiera ir contigo para presentarte como mi novio.

-Tengo mucho trabajo mi amor, no puedo dejar el trabajo unos días y irme a Konoha.

-¡En tren estarías de vuelta en muy poco tiempo! unas 7 horas como mucho.

-Dices que dure 7 horas para ir, estoy en una fiesta y 7 horas para volver, eso sería muy agotador Tenji.

Ella puso la mirada triste pero asintió.

-Oh, entiendo, no te preocupes.

Shinki la miró arrepentido pero no dijo nada.

-Ven, hay que cenar y luego irnos a dormir.

-Esta bien.

(.....)

En casa de Inojin, Metal caminaba medio desnudo por la habitación de este mientras leía un poco del último libro de kakashi.

-Oh esto esta genial, ven a ver lo que dice mi amor.

-Metal no hagas tanto ruido mis padres están en la otra habitación.

-Cierto lo olvidaba, ¿no crees que es muy incómodo tener nuestros encuentros íntimos en casa de nuestros padres?

-Si pero no te gustan los moteles.

-Porque nunca sabes donde podrían haber cámaras.

-Cierto, pero también hay otra opción.

-¿Cual?

-Mudarnos juntos, podemos rentar un pequeño departamento solo para los dos, tendré dinero extra en unos días cuando venda mi cabello.

-Mudarnos juntos si, vender tu cabello no ¿porque te lo quieres cortar?

-Amor el cabello me llega al trasero, lo cortaré por el largo de mis hombros y venderé el resto.

-Nooooo.

-Siii, a los Yamanaka nos crece demasiado el cabello, en unos meses lo tendré largo otra ves.

-Oh, bueno, si eso quieres esta bien, pero no hace falta que tengas dinero extra, yo me encargaré de todo, rentaré el departamento y lo amueblaré a nuestro gusto y luego vendré a pedir tu mano.

-¿Pedir mi mano? No tienes que pedir permiso para que vivamos juntos.

-¿Vivir juntos? Yo estoy hablando de matrimonio.

-¡Metal!

-No quiero que vivamos juntos así porque si, necesito un tiempo para organizarme y te llevaré conmigo vestido de blanco ¿Ok?

Inojin sonrió.

-Ok mi amor.

Inojin lo abrazó y ambos cayeron en la cama para sección de besos que podría terminar en algo más.

(.....)

Al día siguiente Gaara y Lee se encontraban en la fiesta de cumpleaños de Tenten, iba a ser una reunión pequeña en el jardín de los Hyuga pero terminó siendo una fiesta grande, había música y comida, Lee, Neji y Tenten se tomaban un montón de fotos con Gai sensei mientras recordaban las aventuras de sus adolescencias.

Tenji usaba un vestido gris ajustado y su largo pelo estaba suelto mientras les servía bebidas a los invitados.

Gaara fue a ayudar a Shikadai y Tina quienes servían los postres de Hanabi y evitaban que Choji se los comiera todos de un solo bocado.

La fiesta estaba siendo muy divertida y entretenida, Tenten se divertía muchísimo.

De pronto Shinki apareció en el campo de vision de todos, traía una maleta pequeña y una funda de regalo, este caminó hacia Gaara y saludó a su padre con un abrazo, luego caminó hasta Lee para saludarlo igual y luego caminó hacia Tenten para felicitarla y darle el regalo, cuando iba a caminar hacia Metal y su cuñado Tenji se atravesó en su camino y se cruzó de brazos haciendo que sus senos se levantaran y Shinki sonriera.

-Creí que no vendrías. -dijo Ella.

-¿Te enojaste cuando dije que no?

-Si, y aun estoy molesta ¿porque viniste?

-¿Yo? Vine a esto.

Shinki tomó su cintura y mejilla y le planto un beso en los labios delante de todos, quienes los miraban sorprendidos, sobre todo Lee y Neji quienes se miraron antes de volver su vista hacia sus hijos dandose un beso.

-Entonces yo gané la apuesta. -dijo Lee.

-Si, si. -dijo Neji de mala gana mientras sacaba dinero de su billetera y se lo entregaba a Lee.

No esperaba que Lee realmente ganará la apuesta que hicieron de que sus hijos terminarían juntos pero se alegra de que así sea, sabía que su pequeña estaba en buenas manos y que de salir mal también podía culpar a Lee por insistir siempre en ese asunto.

Gaara sonrió desde su lugar mientras comía otra rebanada de pastel que se encontraba extrañamente delicioso en ese momento.