Capítulo 14

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Los celos son los peores consejeros para una persona, son la causa de muchos problemas, pero eso era lo que menos le importaba a Jungwoo, dejarse llevar por los celos era la mejor manera de planear algo efectivo para deshacerse de Taeyong.

Cuando vio llegar riendo y jugando a YoonOh y Taeyong no podía soportarlo, y a la hora de la comida los estuvo observando y el imparable intercambio de miradas lo enfurecía porque él deseaba recibir ese tipo de miradas llenas de ternura y amor por parte de YoonOh, pero ahora para él no existía nadie más que Taeyong.

Pero eso se acabaría muy pronto, porque él haría hasta lo imposible para desaparecer a Taeyong sin importarle el método o hasta qué punto tenía que rebajarse para conseguirlo.

-YoonOh – Jungwoo esperó la oportunidad para hablar con él, y eso fue hasta varias horas después de la comida cuando los demás chicos se habían ido y Taeyong y Ten conversaban en la habitación de este último – ¿Podemos hablar?

-Sí, pasa – el castaño se encontraba en la pequeña biblioteca, revisando los informes de la fábrica que le habían llevado Lucas y los demás – ¿Qué sucede?

-Somos amigos, ¿cierto?

-Claro – YoonOh lo miró confundido – Nos conocemos desde hace muchos años.

-¿Entonces, porqué lo haces?

-¿A qué te refieres?

-De tu matrimonio – YoonOh se sorprendió, porque a pesar de no comprender a Jungwoo era la primera vez que el peli-negro se metía en sus asuntos personales – Tal parece que has perdido el objetivo del porqué te casaste con Lee Taeyong.

-Jungwoo...

-Juraste vengarte de él y de su familia, pero yo veo todo lo contrario. Ríes, juegas con él... esa no es ninguna venganza, hasta parece que disfrutas estar con él... Tu padre estaría muy decepcionado.

-¡Ya basta! – YoonOh se puso de pie y lo miró molesto – Será mejor que te detengas.

-El que debe detenerse eres tú – Jungwoo también se puso de pie y lo miró directamente a los ojos – Cumple con lo que le prometiste a tu padre y deja de involucrarte más de lo necesario con Taeyong, úsalo sólo para lo que tenías planeado y no vayas más allá con él, porque si haces lo contrario nunca podrás limpiar el honor de tu padre y habrás roto tu promesa.

-Vete, Jungwoo.

-YoonOh, yo solo...

-¡Que te vayas!

-Está bien.

Jungwoo salió con una sonrisa, porque sabía que de alguna forma con sus palabras había dejado confundido a YoonOh, el amor de su padre y la promesa que él le había hecho antes de morir serían más fuertes que esos despreciables sentimientos que empezaba a tener por Taeyong.

YoonOh, que había estado muy alegre durante todo el día, ahora se encontraba lleno de dudas y sin saber qué hacer.

Y mientras Jungwoo intentaba poner a YoonOh en contra de Taeyong, este último conversaba con Ten.

-Hace mucho que no veía a YoonOh reír de esa manera – comentaba Ten mirando a Taeyong por el espejo – ¿Qué le hiciste para ponerlo de buen humor?

-Detén esa imaginación tuya – Taeyong se encontraba sentado en la cama de Ten, ojeando un libro que encontró en la mesita de noche – Te recuerdo que hace unos días ni siquiera nos hablábamos.

-Sí, pero todo puede cambiar como en este caso.

-¿Qué es lo que tratas de decir? – Taeyong dejó el libro a un lado y esta vez miró a su cuñado.

Entre el Amor y el Odio - Jaeyong (ADAPTACIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora