Taeyong abrió los ojos sintiéndose desorientado, pero la calidez familiar en su mano derecha le hizo poner su cabeza en orden, cuando miró a YoonOh éste le sonrió con un infinito amor.
-YoonOh... ¿estás bien?
-Estoy bien, tranquilo – Taeyong miró su brazo inmovilizado y la angustia persistía en su mirada – Sanará, no tienes de que preocuparte.
-Lo sé, es sólo que no me gusta verte lastimado – YoonOh besó la mano de Taeyong que sujetaba.
-A mí tampoco me gusta verte herido, y puedo ver en tu mirada lo mucho que estás sufriendo.
-...YoonOh, nuestro bebé – Taeyong llevó sus manos a su vientre y comenzó a llorar desconsoladamente – No fui capaz de protegerlo, soy un mal padre.
-No, no, no – Haciendo caso omiso del dolor de su brazo, YoonOh se levantó de la silla de ruedas y se sentó en la cama, tomó en sus brazos a Taeyong y lo abrazó intensamente sin lastimarlo – no eres un mal padre, nunca vuelvas a decir algo así... Eres un padre maravilloso, Sungchan te adora ¿cómo puedes decir algo que es una gran mentira?
-Pero nuestro bebé... – No fue capaz de continuar, Taeyong enterró el rostro en el pecho de YoonOh y lo abrazó con más fuerza.
-Nuestro bebé seguirá siendo un ángel que continuará jugando entre las nubes del cielo y será feliz ahí, nosotros seremos los padres que siempre lo amarán aún sin haberlo conocido.
-Perdóname... perdóname, por favor.
YoonOh trató de mantenerse fuerte por Taeyong, pero él también sufría por ese bebé que no logró sostener en sus brazos, él también lloró, lloró junto a su esposo por la enorme pérdida que habían sufrido ambos.
-No tengo nada que perdonarte, te amo Taeyong, y juntos vamos a salir de esta, vamos a comenzar de nuevo con Sungchan y seremos felices... Nada ni nadie volverá a hacernos daño, las cosas comenzarán a mejorar desde hoy.
|...|
Seis meses habían transcurrido, y pesar del nerviosismo inicial las cosas se fueron calmando y la vida siguió su curso.
Taeyong y YoonOh dejaron de estar a la defensiva con el destino, ya no pensaban en la siguiente catástrofe que pudiera pasarles, ahora sólo se concentraban en disfrutar del presente y del futuro, juntos.
Nadie sabía que había sucedido con Jungwoo y tampoco querían averiguarlo, pero YoonOh podía hacerse una idea después de haber escuchado un disparo antes de quedar inconsciente aquel horrible día.
A pesar de que Taeyong se negaba a tener contacto con su padre, lo cierto era que, nunca se había desentendido de él, iba a verlo pero siempre desde lejos y sólo hablaba con el doctor a cargo.
-¿Ha habido alguna mejoría?
Preguntó Taeyong desde lejos mirando a su padre en los jardines de aquella prisión psiquiátrica, había policías en los alrededores, siempre vigilando a los internos porque después de todo eran delincuentes.
-No, ninguna – El doctor respiró profundamente y se cruzó de brazos – hemos administrado un nuevo tratamiento pero no funciona, tal parece que el señor Lee está más tranquilo en ese estado de ilusión que él mismo ha creado en su mente.
-Pero... ¿sigue agresivo?
-Rara vez, hemos tenido algunos episodios de rabia pero lo controlamos enseguida antes de que dañe a alguien más o así mismo – Taeyong asintió, era demasiado triste ver que el hombre imponente, que era su padre, terminara en ese estado, perdido en recuerdos e ilusiones.
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Entre el Amor y el Odio - Jaeyong (ADAPTACIÓN)
FanfictionUna historia distorsionada, dolor e ira es lo único que lleva a un hombre a buscar la forma de destruir a la persona que le hicieron creer que fue el causante de la muerte de su padre. YoonOh utilizará al hijo de aquel hombre para tomar venganza y r...