Entre el Amor y el Odio - Jaeyong (ADAPTACIÓN)

Capítulo 28

¡¡Alisten sus pañuelos, bebés!!

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-¿Estás seguro de irte en taxi? – preguntó Ten mirando a Taeyong.

-Sí, tú quédate tranquilo.

-Creo que es mejor que yo te lleve y después me vaya.

-No – el rostro de Taeyong estaba lleno de alegría – Ya escuchaste a la doctora, estoy muy bien, puedo irme solo así que tú ve con Johnny a dar un paseo.

-Está bien, pero después me cuentas todo lo que pasó con YoonOh – Taeyong asintió – Si se desmaya tómale una foto.

-Que malo eres con tu hermano – Ten se encogió de hombros de forma divertida – Bueno, me voy que ya quiero ver a YoonOh.

-De acuerdo, ve con cuidado.

El taxi se puso en marcha llevando a un feliz e ilusionado Taeyong, él sabía que YoonOh se pondría muy feliz con la noticia, al fin se convertirían en padres.

Al imaginar el momento en que le daría la noticia a YoonOh, Taeyong abrazó la pequeña bolsa de decorado de ositos, ahí llevaba la sorpresa con la que le daría la noticia. No pudo evitar sonreía aún más, estaba muy feliz porque dentro de él estaba creciendo fuerte y saludable el fruto del amor que YoonOh y él se tenían.

-Hemos llegado – anunció el taxista sacando de sus pensamientos a Taeyong.

-Gracias.

Después de pagar bajó del auto y rápidamente entró a la casa.

-¡YoonOh, ya estoy aquí! – gritó sonriendo, pero el nombrado no respondió – ¡YoonOh!... ¡¿YoonOh, dónde estás?!

-Aquí estoy – finalmente respondió, y al escucharlo, Taeyong se dirigió a la sala donde su esposo se encontraba.

-¡Mi amor! – corrió hacia él para abrazarlo y después darle un dulce beso en los labios, pero entonces el menor notó la frialdad con la que YoonOh no respondió a sus muestras de amor – ¿Sucede algo?

-Taeyong, yo...

-No importa, luego me lo dices – dijo el nombrado volviendo a sonreír – Tengo una sorpresa que darte...

-Taeyong...

-Bueno, es una noticia, en realidad es una noticia muy sorpresiva, sé que te vas a volver loco de alegría.

-Taeyong, escúchame...

-Toma, abre esto y lo sabrás.

-¡Taeyong, escúchame! – el obsequio que Taeyong le había llevado fue arrojado a un lado como si fuera basura, él se sorprendió de eso y de que YoonOh le hubiera gritado ya que desde hace mucho tiempo no había vuelto a levantarle la voz y mucho menos a mirarlo de esa forma tan fría como ahora lo estaba haciendo.

-¿Qué te pasa?

-Hay algo que debes de saber.

-Pues dímelo – dijo él preocupado, algo estaba mal, podía sentirlo.

-Alguien vino a verte – YoonOh seguía con su tono seco y distante.

-¿A mí?... ¿Quién? – por un momento el nombre de Doyoung llegó a su cabeza, pero la persona que en ese instante entró no se trataba de Doyoung.

-¿Papá? – Taeyong lo miró asustado.

-Hola, hijo – dijo el hombre sonriendo, el rubio pasó la mirada de su padre a YoonOh sin comprender que sucedía, sin saber por qué su padre estaba ahí.