Entre el Amor y el Odio - Jaeyong (ADAPTACIÓN)

Capítulo 43

-¡Mamá!

YoonOh mantenía a Elois entre sus brazos sin saber qué hacer para ayudarla, ella lo había defendido, había evitado que Changmin le disparara, pero ahora ella era la que estaba muriendo.

Elois mantenía su vista fija en YoonOh, como si quisiera decirle algo, pero él no era capaz de saberlo, la impotencia de ver como la vida de la madre de Taeyong se apagaba lo hacía sentir terriblemente culpable.

-¡Mira lo que has hecho, papá! – gritó Taeyong furioso, triste – ¡Mira lo que tu odio a provocado!

-Elois... Elois... – aún con la pistola en la mano, Changmin repetía sin parar el nombre de su esposa. La miraba con arrepentimiento, con dolor, con horror al ver lo pálida que se estaba poniendo, y todo era su culpa – ¡Elois!... ¡Suéltala!

Changmin se la arrebató de los brazos a YoonOh y la envolvió entre los suyos mientras le pedía perdón. En cuanto YoonOh tuvo las manos libres, llamó a la ambulancia y a la policía.

-Elois, mi vida.

-Hasta donde ha llegado tu odio – decía la pálida mujer con dificultad – T-tu odio y tu orgullo fue más grande q-que el amor hacia tu familia, hacia tu hijo.

-Perdóname, por favor, perdóname. Yo no quería lastimarte.

Por primera vez, YoonOh veía arrepentimiento en Changmin, era la primera vez que lo veía llorar y sufrir, nunca creyó que vería al poderoso hombre de negocios derrumbarse.

-Taeyong – lo llamó su madre y él inmediatamente la tomó de la mano.

-Aquí estoy.

-Cariño, ya no podré estar contigo.

-No digas eso, YoonOh ya llamó a una ambulancia y pronto vendrán a ayudarte, sólo resiste – Taeyong estaba desesperado y lloraba sin parar.

-N-no cariño, yo sé que no será así, pero tienes que prometerme algo antes.

-Lo que sea, mamá, lo que tú quieras.

-Debes ser feliz, no permitas que tu padre o cualquier otra persona te lo impidan... Promételo, por favor.

-Te lo prometo, mamá, seré muy feliz – Elois miró a YoonOh y extendió su mano hacia él, que no dudó en sostener.

-Mi hijo encontró a un buen hombre, se enamoró del correcto... Cuídalo, por favor... Cuídalo a él y a mi pequeño nieto.

-Con mi vida, se lo prometo. Ellos son lo más importante para mí.

-Me puedo i-ir tranquila ahora, porque serás un buen esposo y un buen padre... Gracias, YoonOh... Gracias por querer tanto a m-mi hijo...

-No, mamá, por favor, no... ¡Mamá!

-Elois... ¡Elois, mírame!... ¡Elois!

La mano que YoonOh sostenía se quedó sin fuerza y los ojos miel que mostraban amabilidad se cerraron. Un par de médicos entraron corriendo, siguiendo a una de las sirvientas. Al ver el cuerpo de Elois, se acercaron para ayudarla, pero ya nada se podía hacer. Miraron a Changmin y negaron con la cabeza.

-Lo sentimos, ha fallecido.

-¡No, hagan algo! – gritaba él fuera de sí – ¡Salven a mi esposa!

-¡Mamá!

YoonOh abrazó a Taeyong y él lloró en su hombro. A lado de él su madre, una mujer inocente, dulce y amorosa estaba muerta por un odio que no había traído nada bueno a sus vidas.

Al verlo tan destrozado, YoonOh lo abrazó con más fuerza, pero también se sentía culpable porque además de que Elois lo había salvado, la culpa venía de la idea de que todo había comenzado por él, por el odio que sentía por Changmin, por esa venganza que él mismo había planeado.