Entre el Amor y el Odio - Jaeyong (ADAPTACIÓN)

Capítulo 30

La noche había caído en la ciudad, después de pasar toda la tarde con Johnny, finalmente Ten decidió que ya era momento de regresar a casa y a él se le unió Johnny y los demás chicos que ya estaban enterados de la buena noticia y querían felicitar a los futuros padres.

-Si nos hubieras avisado un poco antes, habríamos llegado con obsequios – dijo Yuta desde la parte de atrás del auto.

-Tranquilos, ya habrá oportunidad de llenar a mi futuro sobrino con obsequios.

-¿Por qué insistes en que será niño? – preguntó Hendery – puede que sea niña.

-No – respondió Ten – será niño, lo presiento.

-¿Cómo puedes saberlo? – preguntó Lucas, que se encontraba junto a Yuta.

-Sólo lo sé y ya.

-Si él dice que será niño, es porque será así – lo apoyó Johnny y miró a sus amigos por el espejo retrovisor, quienes sólo resoplaron con burla.

-Acelera un poco – pidió Ten a Johnny que conducía – ya quiero llegar a la casa y ver la cara de tonto que seguramente debe tener ahora YoonOh.

El auto tomó velocidad y en cuestión de minutos los cinco se encontraban frente a la casa, totalmente extrañados.

-¿Por qué no hay ninguna luz encendida? – preguntó Hendery al bajar del auto, todos miraron la casa y ninguna luz se veía por las ventanas.

-Tal vez Taeyong y YoonOh estén festejando – dijo Lucas con picardía y los demás rieron.

-No lo creo – comentó Ten mirando su casa – algo no anda bien.

Él caminó hacia la entrada y los demás lo siguieron, al entrar a la casa los recibió una oscuridad total y un silencio sepulcral.

-YoonOh... Taeyong – comenzó a llamarlos, pero ninguno respondió – ¿Dónde están?

-¡YoonOh! – gritó Lucas, pero como respuesta sólo recibió el mismo silencio.

-Tal vez salieron a festejar – sugirió Yuta.

-Tal vez... – respondió Ten no muy convencido.

-¡Chicos! – escucharon el grito de Hendery – ¡Encontré a YoonOh, está en la sala!

Todos corrieron hacia la sala, donde encontraron inmediatamente a Hendery, pero también un gran desastre.

-¿Qué sucedió aquí? – preguntó Ten.

-Parece como si un torbellino hubiera arrasado con la habitación – comentó Johnny.

La sala era un desastre, algunos de los sofás estaban volteados, las lámparas rotas se esparcían por el suelo junto con demás cristales que alguna vez formaron un jarrón, fotografías, todo estaba destrozado.

-¿Dónde está YoonOh? – preguntó Ten preocupado.

-Ahí.

Hendery señaló un rincón junto a la chimenea y efectivamente ahí se encontraba YoonOh, sentado en el suelo con el rostro oculto entre sus piernas.

-¡YoonOh! – Ten corrió hacia él y se colocó a la misma altura para verlo – YoonOh... ¿Qué sucedió?... ¿Dónde está Taeyong? – en el momento en que Ten lo nombro, YoonOh que aún no levantaba la cabeza, se tensó y apretó sus manos en puños.

-Ten – lo llamó Lucas y él señaló las manos de su amigo, hasta ese momento se dieron cuenta que tenía pequeñas heridas en ellas y que sangraban.

-¿Qué rayos pasó, YoonOh? – con un pañuelo que le pasó Yuta, Ten envolvió la mano derecha de su hermano – Por favor, dime algo que me estas asustando demasiado.