Capítulo 5

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Taeyong corría tan rápido como podía, la lluvia ya lo cubría totalmente y su largo flequillo se pegaba a su rostro, pero él no se rendía, mucho menos ahora que se había dado cuenta que YoonOh lo seguía.

-¡Detente! – gritó él. Al ser más atlético, su velocidad era mayor por lo que la distancia que lo separaba de Taeyong, era pequeña - ¡Detente, ahora mismo!

-¡Déjame ir!

-Te dije que te detuvieras – finalmente YoonOh lo sujetó del brazo, evitando que siguiera corriendo - ¡Ya fue suficiente!

Taeyong forcejeaba, pero su fuerza no se comparaba con la de él. Ambos bajo la lluvia, se miraban detenidamente a los ojos.

-¿Cómo saliste de la casa?... ¿Quién te dejó salir?

-Nadie, yo mismo logré abrir la puerta y salí sin que nadie se diera cuenta.

-¡Mientes! – YoonOh estaba furioso con él.

-¡No estoy mintiendo!

-Has cometido un grave error... ¿Recuerdas lo que te dije que pasaría si hacías algo así?... ¿Quién pagaría tu osadía?

-Mi madre – dijo Taeyong en voz baja.

-Vete, hazlo – Taeyong se vio libre de las manos de YoonOh que lo sujetaban de los brazos – Si tienes aun el valor de irte, hazlo.

-¡No, espera! – en esta ocasión, fue Taeyong quien lo detuvo – Lo siento. Lo siento, te doy mi palabra que no lo volveré a hacer, me casaré contigo sin ocasionar ningún problema, pero por favor, deja en paz a mi madre.

-¿Cómo podría confiar en alguien que ya intentó escapar? – YoonOh estaba consiguiendo lo que quería. Y eso era doblegar el orgullo del principito, como él lo llamaba.

-Te estoy dando mi palabra, y yo no jugaría con la vida de mi madre – las lágrimas de Taeyong se mezclaban con la lluvia que resbalaban por sus mejillas.

YoonOh sin decir una palabra, lo sujetó de la muñeca para después comenzar a caminar hacia la casa. Y a pesar de que la forma en que él sujetaba a Taeyong lo lastimaba, el menor no se quejó ni una sola vez por miedo a lo que YoonOh pudiera hacer.

Caminaron bajo la lluvia por unos minutos, hasta que finalmente llegaron a la hermosa casa. Cuando entraron, Jungwoo vio que su plan había sido un completo fracaso.

-¿Dónde está mi hermano? – le preguntó YoonOh, en tono hostil.

-Salió con sus amigos y aún no regresa.

-Entonces mi hermano no pudo dejarte salir si él no estaba en casa – dijo mirando a Taeyong – ¡¿Quién te ayudó?!

Jungwoo se puso nervioso ante la pregunta.

-Ya te dije que nadie – Taeyong cumplía su promesa que le había hecho a Jungwoo, de nunca decir que él lo había ayudado.

-¿Qué pasa?... ¿Por qué están mojados? – Chittaphon y los demás regresaban de sus compras, y en cuanto entraron a la casa sintieron la atmosfera pesada.

-Adelanten todo para este viernes – ordenó YoonOh, mirando a los chicos.

-¿Por qué? – preguntó Kun – Eso nos deja solo dos días para preparar todo.

-No quiero que él vuelva a intentar escapar – señaló a Taeyong, a quien mantenía aún sujeto de la muñeca.

-¿Intentaste huir? – preguntó Xiaojun, sorprendido.

-Eso lo esperaba en algún momento, pero no pensé que fuera tan rápido – comentó Sicheng.

-Ya te dije que no lo haré de nuevo – Taeyong se soltó de YoonOh y lo miró con seguridad – Voy a cumplir mi palabra. Me casaré contigo siempre y cuando tu cumplas con no hacerle daño a mi familia.

Entre el Amor y el Odio - Jaeyong (ADAPTACIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora