Capítulo 29

699 104 25
                                    

El auto avanzaba y atrás quedaba el que por meses había sido su hogar, atrás quedaba el hombre que le había hecho creer que lo amaba, todo había terminado y eso lastimaba demasiado a Taeyong, era tanto su dolor que tenía que apretar los dientes para no gritar y llorar como un loco.

Taeyong simplemente miraba a través de la ventana como se iba alejando cada vez más de YoonOh, ya no lloraba, pero el dolor que sentía en el pecho era como tener una barra ardiente penetrando su corazón... ¿Qué iba hacer ahora? Su bebé ya no tenía a su otro padre, ahora estaban solos... ¿Qué pasaría con ellos?

Taeyong sintió miedo, por lo que abrazó su vientre y no pudo reprimir un sollozo que fue perceptible para su padre que iba a su lado.

-Realmente no te entiendo – dijo con voz severa mirando a su hijo – ¿Cómo pudiste enamorarte de un hombre como Jung YoonOh?... Creí que eras más inteligente, Taeyong.

Él no decía nada, simplemente escuchaba las palabras de su padre, después de todo, para Taeyong él tenía razón, había siso un tonto ingenuo por creer en un amor que nunca existió, al menos no por parte de YoonOh.

-Aun sabiendo para qué te quería caíste como un tonto ante palabras bonitas.

¿Por qué? ¿Por qué su propio padre se empeñaba en lastimarlo diciéndole todo eso? ¡Ya lo sabía!

-Menos mal que te encontré antes de que fuera demasiado tarde.

-¿Tarde? – preguntó Taeyong y con ojos llorosos miró a su padre – ¿A qué te refieres con tarde?

-A que te hiciera daño...

-Más daño del que me acaba de provocar, lo dudo mucho – regresó la mirada a la ventana.

-Me refiero a que echara a perder más tu vida, ese chico está lleno de odio y resentimiento – Changmin tomó la mano de su hijo tratando de reconfortarlo – Mi pequeño principito, lamento que hayas sido utilizado en esta sucia venganza por mi culpa.

-Ya basta, papá – Taeyong alejó su mano de su padre – sé que YoonOh me utilizó de la manera más cruel, pero yo en verdad me enamoré y es por eso que siempre habrá un lazo que me una a él.

-¿De qué hablas?

Taeyong no le respondió a su padre que insistía en que contestara, pero para su fortuna el auto se detuvo, habían llegado a esa inmensa casa que era su hogar, inmediatamente bajó sin esperar a que el chofer abriera la puerta, con pasos rápidos entró a la mansión Lee seguido por su padre, que mantenía una expresión dura que más bien parecía a punto de explotar de rabia.

En cuanto cruzó el umbral, Taeyong se vio envuelto por los brazos de su madre, que lloraba con gran emoción.

-Estás aquí... mi niño ha regresado – dijo mirándolo entre lágrimas.

-Mamá – Taeyong volvió a abrazarla – te eché mucho de menos.

-Y yo a ti, mi niño, no sabes lo preocupada que estaba, pero ya estás aquí.

Después de un par de segundos, la señora Lee se separó de su hijo con una mirada extraña, lo miró de arriba abajo y en cuanto llegó al pequeño vientre abultado de Taeyong, lo miró a los ojos sorprendida.

-Taeyong... tú... – lentamente llevó una mano al estómago de su hijo y entonces comprobó lo que había sentido cuando lo abrazó – Taeyong, estás... – un leve asentimiento de su parte y respondió a la pregunta no dicha con palabras de su madre.

-¿Por qué miras a nuestro hijo como si no lo reconocieras? – preguntó Lee Changmin.

-Él es mi hijo, pero... ha cambiado, nuestro Taeyong está cambiando – en el rostro de Taeyong apareció una pequeña sonrisa.

Entre el Amor y el Odio - Jaeyong (ADAPTACIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora