El Corazón Del Rey Bestia

La noche.

Ya era de noche y al llegar al barco,el rey tomó a su chica llevándola en sus brazos. Ella abrazó su cuello.
Al llegar a la recamara la bajó, y se estiró,para después quitarse la armadura y la parte de sus muñecas. Asimismo sus zapatos.

Ella lo vio indiscreta,y sin esa armadura,podía apreciarse su figura fornida. Él se acercó a ella,abrazando su cintura,viéndose el uno al otro.

—No sabes cuán feliz me hace haberte conocido... —Confesó el rey.

—Soy inmensamente feliz contigo mi rey... Te amo tanto... —Respondió dedicándole un tierno beso,subiendo su máscara levemente.

El rey correspondió, de cierta manera,ambos sabían que era lo que seguía,asi que ninguno detuvo su beso,llegando a caminar despacio hasta ambos recostarse donde el rey solía dormir.

Aiko esta vez no detuvo nada,el pelirrojo tampoco,ya que notó como ella introdujo las manos por dentro de sus prendas superiores para apartarlas con suavidad,dejando descubierto su pecho. Asi que colaboró dejándose quitar la prenda,quedando con el torso desnudo. Ella lo admiró pasando sus dedos por él.

El la tomó de la espalda,haciéndola hincarse frente a él, mientras besaba su cuello con delicadeza fue despojando el vestido de ella. La de ojos caramelo soltó un ligero jadeo de sorpresa,al sentir como iba perdiendo la prenda, asimismo ella acabó con las del rey.

Nuevamente se sumergieron en un apasionante beso,recostándose con él encima suya,él besaba el cuello de su esposa,mientras pudo sentir con un ligero contacto,aquello que ella no dudó en decir.

—Kirinmaru... Yo... —Dijo apartando la mirada,sintiendo a su esposo rozar ligeramente su entrepierna.
Él lo había notado,ella era pura aún, asi como él. Aunque la veía con intensión de estar con él, asi que luego de pensarlo un momento,hizo aquello que jamas se habría podido esperar, suspirando y llevando su mano izquierda a su rostro,manteniendo su peso en el otro brazo.